Representantes de la comunidad educativa, con madres y padres de los alumnos afectados por la dana y personal de los centros de los municipios inundados, se manifestarán este sábado en València para denunciar la “gestión deficiente” de la catástrofe por parte de la Conselleria de Educación y exigir una vuelta al cole segura, al considerar que la gran mayoría de colegios no están en condiciones para retomar las clases.
“Esperamos que sea una convocatoria masiva porque el malestar de la comunidad educativa es absolutamente descomunal”, ha manifestado a las puertas de Conselleria el portavoz de la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic y presidente de la Confederació d'AMPA de la Comunitat Valenciana Gonzalo Anaya y FAMPA-València, Rubén Pacheco.
La manifestación, que arrancará a las 18 horas desde la plaza de san Agustín de València, espera contar con una columna de familias y trabajadores llegada desde los municipios afectados por las inundaciones del pasado 29 de octubre. Su principal reivindicación será la dimisión del conseller, José Antonio Rovira, al considerar que está incapacitado para afrontar esta crisis.
Con esta manifestación pretenden denunciar la “falta de criterio” por parte de Educación para establecer la vuelta al cole, ante las “circulares contradictorias y poco acertadas” que ha emitido en las últimas semanas “de forma sucesiva”.
Según advierten, los gran mayoría de centros no están en condiciones de reabrir porque “la Conselleria no ha hecho nada” y “han sido los familiares, directores, docentes y voluntarios” quienes han realizado la mayoría de tareas de limpieza.
Es más, aseguran que “hasta mediados de la semana pasada no fue personal de Educación” a estos centros, de los que “muchos todavía no tienen ni siquiera un informe de su estado” y, por tanto, “no se puede garantizar si pueden abrir ya”.
“La practica totalidad de centros --subrayan-- no tienen un certificado de higienización para asegurar que son salubres para los alumnos, tampoco están dotados de material mobiliario y de los efectos necesarios y hay muchísimo profesorado afectado sin que haya sustituciones”.
“Realidad paralela”
Rechazan así que sea posible que el próximo lunes reabran los centros que siguen cerrados, al considerar que “la Conselleria vive en una realidad absolutamente paralela al imponerlo”. Además, lamentan que las familias estén organizándose en plataformas de afectados para “tomar decisiones al respecto” y critican que Educación ofrece datos sobre los centros “que no cuadran”.
Respecto a las últimas reuniones con el departamento de Campanar, las entidades explican que se realizaron dos en las dos últimas semanas --la primera presencial y la segunda telemática--, en la que los representantes de Conselleria “expusieron a modo de monólogo sus actuaciones” y mostraron “nula escucha efectiva, sin aplicar ninguna medida” de las solicitadas.
“La segunda reunión fue todavía más lamentable, con un secretario autonómico y un conseller mirando el móvil mientras la comunidad educativa exponía su punto de vista”, denuncian.
De cara a las labores de reconstrucción, exigen que Educación presente un plan concreto y “ponga el dinero que tenga que poner”. “No tenemos ni idea de cuáles son los plazos que se plantean para las intervenciones en esos centros”, lamentan.
Por todo ello, los representantes de las entidades sostienen que “la gestión de la Conselleria no es que sea deficiente, es que es negligente”, y que “se impone la dimisión de Rovira: una persona que no está capacitada para la gestión y que debe dejar paso a alguien preparado para acometer esta situación de la manera más eficiente y rápida posible”.
Otras de sus reivindicaciones son que Educación descarte realizar la consulta de lengua base que “pone en riesgo el uso del valenciano”, la reactivación del Pla Edificant, más recursos para paliar la “precariedad” del personal y la cobertura de “decenas de plazas sin sustituir desde principios de octubre por falta de presupuesto”.
En la misma línea, la entidad Famílies pel Valencià advierte que la gestión de la catástrofe “está provocando una crisis educativa y de la infancia sin precedentes” y “un abandono de la comunidad educativa”. “Sobran los motivos para volver a salir a la calle”, reivindica en un comunicado, además de exigir la retirada de la Ley de Libertad Educativa.