El expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, ha obtenido el tercer grado de la mano de la juez de vigilancia penitenciaria del Juzgado número 3 de Madrid. La magistrada le ha concedido el beneficio al exdirigente del PP valenciano que cumplía pena de cuatro años de prisión por defraudar al fisco cerca de 700.000 euros. Con ello, Fabra solo tendrá que acudir a pernoctar a la prisión de Aranjuez donde estaba preso.
Según informa la agencia EFE, la juez da cinco razones para concederle esta medida de gracia a Fabra: que el interno ha evolucionado favorablemente; que ha abonado su responsabilidad civil; que tiene una condena corta; que tiene más de setenta años; y que hay poco riesgo de reincidencia. Una decisión que no llega avalada por todos los organismos competentes. Se produce en contra del criterio de la Junta de Tratamiento de la prisión del Aranjuez y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Auténtico virrey de Castellón durante varias décadas, gozaba del segundo grado, una prerrogativa que le permitía disfrutar de varios permisos ordinarios para librarse de la cárcel durante unos días. A Fabra le quedan aún dos años más de cárcel: ingresó en diciembre de 2014 en una prisión que contaba con una piscina y 60 habitaciones de 'vis a vis'. Eligió el centro penitenciario madrileño al residir tres de sus cuatro hijos en Madrid y para poder acudir a las revisiones médicas sobre el trasplante al que se sometió en 2010.
Pese a que está preso por cuatro delitos de fraude fiscal entre 1999 y 2003, Fabra se libró de las sospechas de cohecho y tráfico de influencias que denunció el empresario Vicente Vilar, cercano durante años al expresidente de la corporación provincial. Vilar le acusaba de pedirle grandes cantidades de dinero para interceder a favor de sus productos. La Audiencia de Castellón consideró que no estaban probados los presuntos delitos.
Uno de los interrogantes que nunca se resolvieron del juicio al expolítico del PP fue saber qué pasó con los 2,2 millones de euros que supuestamente ganó en premios grandes de la lotería entre los años 2000 y 2011. Fabra ha sido condenado hace unas semanas a devolver 370.000 euros a Álex Debón, un piloto de motos que recibió dinero vía patrocinios de la corporación provincial y el aeropuerto de Castellón.