Un concejal de Esquerra Unida en Orihuela ha revolucionado las redes sociales por su, según muchos, razonada, emotiva y valiente defensa del valenciano frente a la mocion presentada por el PP en el ayuntamiento contra el “uso impositivo del valenciano”.
Karlos Bernabé, de 28 años, psicólogo de formación y educador de menores de profesión, protagonizó el 30 de junio la que, probablemente, haya sido la única intervención en valenciano en el pleno de Orihuela, una ciudad de 80.000 habitantes del sur de Alicante que está a 20 kilómetros de Murcia y a 220 de Valencia. El vídeo de su parlamento acumula el martes a primera hora de la tarde casi 120.000 reproducciones solo en Facebook.
Tras glosar varias virtudes del valenciano, incluso la del acceso a mercados como el catalán, Bernabé tiró de emoción para defender una lengua relativamente - solo se habla en algunas pedanías como Barbarroja, mencionada por el edil en su discurso- ajena a Orihuela, epicentro de una comarca castellahablante como La Vega Baja. Con el valenciano, “puedo disfrutar de Ovidi Montllor, puedo emocionarme con Raimon y puedo leer a Joan Fuster, que también son míos. Y eso es lo que no quiero robar a mis hijos”.
Bernabé, en conversación telefónica, se muestra abrumado por la repercusión de su discurso, aunque dice que es “pronto para valorar la respuesta de los vecinos de Orihuela”. Y pone en contexto su decisión de usar el valenciano -“con acento panocho y acento ligeramente catalán, gracias a mi tía de Valencia, que me deja muchos libros” editados en Barcelona- frente a la ofensiva del PP.
“Ese partido es el que ha generado la incomodidad en esta zona con el valenciano. Por un parte, nos libera de estudiarlo en la educación obligatoria -los alumnos pueden pedir la exención- y por otra se exige o valora para, por ejemplo, la función pública”.
La derecha valenciana está siendo agresiva contra la política lingüística de la Generalitat, gobernada por el PSPV-PSOE y Compromís. Se acusa al conseller Vicent Marzà de imponer el valenciano en la educación. Ahora, se ha reaccionado con virulencia ante el debate abierto sobre el llamado “requisito lingüístico”: La obligatoriedad de conocer el valenciano para los funcionarios.
En ese contexto, Bernabé ha dado la cara por la lengua autóctona en territorio castellanohablante. Ha vivido en Bélgica -país con dos idiomas-, Euskadi (otro territorio bilingüe). “Mientras mis compañeros de instituto se iban a casa por la exención, yo estudiaba valenciano de dos a tres de la tarde en el instituto”, comenta.
“Supongo que los progresistas tenemos más sensibilidad con estas cosas”, bromea. Bernabé ya generó cierta sorpresa cuando en marzo habló en valenciano con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que entonces visitó Orihuela.
La ciudad está gobernada por el PP, con el apoyo implícito de Ciudadanos, pese a numerosos escándalos de corrupción. EU tiene dos concejales.