El Consell plantea la necesidad de siete nuevas conexiones a la AP7 tras la eliminación de los peajes

La consellera de Obras Públicas, María José Salvador, y el director general de Obras Públicas, Carlos Domingo han presentado este lunes el documento en el que se detallan los accesos necesarios que requerirá la AP-7 tras su liberalización en 2019 para mejorar su conectividad y que ya ha sido remitido al Ministerio de Fomento para su toma en consideración.

Este documento, ha explicado la consellera, ha sido elaborado de forma conjunta por los técnicos de la conselleria y por los municipios por los que atraviesa la conocida como Autopista del Mediterráneo, ante “la falta de planificación que tuvo el anterior equipo de gobierno con una infraestructura que es esencial para la vertebración de la Comunitat y la que hay que dar una solución tras su liberalización”.

En total se trata de diez actuaciones en ocho localidades diferentes, de las cuales siete son nuevos accesos y tres mejoras en las vías ya existentes.

En este sentido, Salvador ha incidido en que “llevamos trabajando en el análisis de la conectividad de la AP-7 desde hace tiempo, porque para optimizarla y convertirla en un eje vertebrador del territorio que permita mejorar la movilidad de los ciudadanos es necesario acometer la mejora de la conexión con los municipios por donde pasa”.

Además ha recordado que “somos la quinta Comunidad Autónoma -tercera si exceptuamos el País Vasco y Navarra- con un mayor porcentaje de autopistas de peaje, un 35% sobre el conjunto de autopistas y autovías del Estado español, lo que nos deja en una situación de clara desventaja”.

En este sentido, Salvador ha recordado que la Generalitat ha estado trabajando en este documento desde mayo de 2017 con todos los municipios afectados. De hecho la consellera mantuvo una reunión de trabajo con estas localidades que sirvió como punto de inicio de una serie de trabajos encaminados “a analizar soluciones y recopilar propuestas para instar al Ministerio de Fomento a ejecutarlas”.

Tras presentar estas propuestas a Fomento, la consellera ha indicado que “se deberá continuar trabajando en su definición durante la Comisión de Seguimiento de la AP-7 que el Ministerio se comprometió a convocar en su día y que ha sido reafirmada por el actual ejecutivo”.

Este grupo de trabajo tendrá por objetivo la definición de las actuaciones de mejora de la conectividad de la AP-7 de cara al fin de la concesión en el 2019 y, tal y como confirmó el actual ministro, José Luis Ábalos, tendrá el documento elaborado por la consellería como base.

Para la titular de Obras Públicas, “en la coyuntura económica actual, el objetivo de cualquier nueva actuación debe pasar por optimizar el aprovechamiento de las infraestructuras existentes y conseguir así una distribución del tráfico entre las alternativas viarias acorde a la capacidad y funcionalidad de las mismas como se recoge en la propia Ley de carreteras del Estado”.

Análisis de la movilidad de la AP-7

Según Salvador, el estudio realizado se ha centrado en analizar la movilidad viaria en el entorno del trazado de la autopista AP-7 que discurre dentro de la Comunitat Valenciana y se han detectado, sobretodo en el corredor costero, problemas de capacidad y funcionalidad.

“La distribución de las conexiones de la vía de peaje unida al efecto disuasorio del propio coste del peaje, ha condicionado el comportamiento de la red viaria (estatal y autonómica) de las comarcas atravesadas, en las que no siempre se alcanza la deseable especialización funcional” ha detallado Salvador.

Ante esto, ha señalado la consellera, “desde la Generalitat se ha defendido y apostado por la liberación de la autopista”.

De esta forma se mejorará sensiblemente la movilidad de los municipios por los que pasa y de los afectados por su área de influencia, ya que actualmente los dos ejes viarios libres de peaje que recorren esta zona del litoral, las carreteras nacionales N-340, N-332, A7 y CV-10, sufren problemas de congestión y seguridad vial.

Estos problemas son especialmente graves en la zona de la N-332, donde existen numerosas travesías por núcleos urbanos, puesto que en la zona de la N-340 la autovía CV-10 permite mitigar estos problemas.

Con carácter general, las actuaciones propuestas se agrupan en dos tipologías. Por una parte se encuentran las que pasan por la creación de nuevos enlaces de conexión de la AP-7 con la N-332 y con la N-340, de tal forma que se potencie el mallado de la red viaria estatal y se facilite el trasvase de tráfico desde las vías más congestionadas a aquéllas que disponen de una mayor reserva de capacidad.

El otro tipo de propuestas van encaminadas al aumento de la capacidad y mejora de seguridad vial de los tramos de carretera convencional que conectan los peajes de la AP-7 existentes con núcleos urbanos o carreteras relevantes y presentan niveles de servicio inadmisibles.

Propuestas para mejorar la conectividad de la AP-7

Así, entre las propuestas del documento para mejorar la conectividad de la AP-7, ha explicado el director general, destaca la mejora de la seguridad vial en la N-238 entre el peaje de Vinaròs y la N-340.

El objetivo es “mejorar las condiciones de seguridad vial de esta carretera que conecta la AP-7 con la N-340, que presenta actualmente problemas de accidentalidad debido a que se configura como una única recta de casi 8,5 km de longitud y por su deficiente estado de conservación”. Así mismo se propone un nuevo enlace entre la AP-7 y la N-232 (Vinaròs-Morella).

También se propone un nuevo enlace en Benicàssim, que facilitará el trasvase de tráfico entre la N-340 y la AP-7, dados los problemas de seguridad vial y congestión que existen en este tramo, especialmente en verano.

Asimismo se sugiere un nuevo enlace de acceso a Vila-real en el punto de conexión entre la AP-7 y la CV-20 (carretera Vila-real a Onda) y la mejora de la capacidad de la N-340 tramo peaje de la AP-7 de Burriana-Alquerías del Niño Perdido y Vila-real.

De esta forma se pretende ampliar la capacidad de uno de los tramos de la N-340 con más tráfico, dado que da servicio un área muy poblada entre Alquerías, Burriana, Vila-real, o Almassora entre otras con un importante sector industrial.

De modo que con la mejora de la capacidad se reducirían los problemas de congestión y de seguridad vial.

Igualmente se quiere la mejora de la capacidad de la autovía A-7 en el tramo de la circunvalación de València (By-Pass). El By-Pass de València, que cuenta actualmente con tres carriles por sentido, presenta graves problemas de congestión y sobre todo de seguridad vial debido al elevado porcentaje de tráfico pesado que circula por esta infraestructura.

A este tráfico se le suma el de agitación generado por los numerosos municipios por los que discurre.

Desde la conselleria se considera “necesario y urgente” acometer una actuación integral que mejore la capacidad del eje principal (forma parte del eje europeo clase A denominado E-15 que une Inverness en Reino Unido con Algeciras), pero también la movilidad y la accesibilidad de los municipios por los que discurre.

Sobre la carretera de enlace entre AP-7 y Alzira, se pretende mejorar la conexión de Alzira con la AP-7, mediante la construcción de una carretera de acceso al norte del municipio. Actualmente se utiliza el enlace de Algemesí.

En la carretera de enlace entre AP-7 y N-332 y CV-60 al sur de Gandia, el denominado enlace de la Safor permite terminar la conexión de la CV-60 con la zona litoral y se consigue conectar los tres ejes viarios (AP-7, CV-60 y N-332), mejorando sensiblemente la movilidad tanto de la zona de afección de la conexión (donde existen numerosos núcleos urbanos) como los municipios a los que da servicio la CV-60 en todo su recorrido.

Se potencia además la función de conexión de la autovía CV-60 entre la autovía central A-7 y la autopista AP-7.

En cuanto a la carretera de enlace entre AP-7 y N-332 al sur de Oliva, el Ministerio de Fomento tiene avanzada esta actuación que permite mejorar la movilidad de Oliva dotándole de un nuevo acceso a la AP-7 por el sur del núcleo urbano (actualmente tiene un acceso al norte).

De esta forma, y cuando se efectúe la liberación de la AP-7, se podrá utilizar esta autopista como variante de Oliva, evitando el paso a través del núcleo urbano que genera problemas de congestión, contaminación y seguridad.

Esta actuación junto con la anterior permite resolver los problemas de congestión de la conurbación existente entre Gandia y Oliva, haciendo la función de la llamada variante de la Safor.

Además se pide la mejora de la carretera N-332 entre Gata y Pedreguer con una solución tipo vía parque (mejora de la capacidad y de la seguridad vial). El tramo de la N-332 entre Gata y Pedreguer presenta actualmente problemas de congestión debido al tráfico inducido por Xàbia, que aunque utilice la AP-7, tiene que usar el enlace de la AP-7 de Ondara.

Por último, se propone una carretera de enlace entre AP-7 y N-332 en Altea, Alfàs del Pi y La Nucía. Al igual que sucede con Oliva, la travesía de Altea presenta graves problemas de congestión, contaminación y seguridad, especialmente en periodo estival.

La actuación mejora la accesibilidad de la zona, permitiendo utilizar la AP-7 como variante de Altea. A su vez mejora la movilidad y la accesibilidad de Alfàs del Pi y de La Nucía.

Finalmente, Carlos Domingo ha valorado en un coste estimado de 220 millones de euros las actuaciones programadas aunque como ha incidido “muchas de las actuaciones diseñadas ya están programadas y ahora se trata de ejecutarlas”.

En cualquier caso ha apuntado que algunas de estas nuevas actuaciones “supondrán un ahorro importante respecto a las variantes diseñadas, como sucede en la variante de Altea, históricamente presupuestada en 80 millones, pero que con el diseño actual puede costar en torno a los 30 millones”.

Eso sí, el director general ha incidido en que “en ningún caso hemos diseñado las actuaciones pensando en el ahorro económico, sino que en todo momento el planteamiento ha sido el de resolver los problemas de la ciudadanía, garantizar la seguridad en las carreteras y ocupar el menor territorio posible”.