Las Corts Valencianes han aprobado este jueves la derogación de la ley de Protección de la Maternidad. La norma, conocida como Ley Cotino por el apellido de su impulsor, fue presentada en las Corts Valencianes como iniciciativa legislativa popular con cerca de 80.000 firmas en 2009. Juan Cotino -hoy imputado en la trama Gürtel- era entonces conseller de Bienestar Social y planteó esta medida como una forma de “proteger el derecho a la vida en su formación” y “evitar el desamparo social que a veces sufre la mujer embarazada y la creación de una red que dé cobertura y apoyo a estas mujeres”, como dice el preámbulo.
Este texto se interpretó como una respuesta a la ley del aborto que preparaba el gobierno socialista de Zapatero (una ley de plazos) y una estratagema del PP para contentar a los sectores más conservadores y reaccionarios.
Entre las líneas de la ley Cotino se introdujo que el hijo no nacido podría computar como miembro de la familia a la hora de recibir ayudas como las de escolarización e incluía la creación de centros de atención para las madres. Esto, según la oposición, pretendía crear una red de voluntariado.
En el texto de Protección a la Maternidad no se habla ni de aborto, ni de anticonceptivos, ni de relaciones sexuales de riesgo o seguras. De hecho, la palabra “sexo” o “sexual” no aparece en el articulado más que en un punto: “La mujer menor de edad tendrá derecho a (...) f. formación afectivosexual”.
En base a esta norma, se otorgaron más de 1 millón de euros en subvenciones a organizaciones antiabortistas como las Siervas de la Pasión, según ha denunciado la diputada del PSPV-PSOE, Rosa Mustafá, que ha señalado que tampoco se prestaron de forma directa a las mujeres embarazadas.
El PP ha recuperado el tono que empleaba Alberto Ruiz Gallardón cuando impulsó su fracasada ley del aborto para defender la norma que han derogado ahora las Corts Valencianes. A juicio de la diputada Blanca Garrigues, “una mujer que decide seguir con el embarazo pese a las dificultades económicas es una heroína”. “¿O es que no tienen derecho a ser madres?”, ha preguntado la parlamentaria, quien ha reprochado que el Ejecutivo valenciano “ha venido a rescatar personas pero con sus decisiones hace todo lo contrario, sobre todo con los más vulnerables”.
Desde Podemos, Llum Quiñonero ha señalado: “Esta norma hubiera sido extraordinaria para el siglo XIX; en el XXI las mujeres reclamamos participar en igualdad de condiciones en la sociedad”. “La maternidad es más que el periodo del parto, que el de lactancia; esta ley se dirige a las mujeres en situación precaria” y a quienes las instituciones “disuadían” de abortar, ha añadido.
La representante de Compromís Cristina Rodríguez ha calificado la norma de un texto “sin pies ni cabeza”, una obra de marketing con “un nombre precioso”. “Son ustedes unos genios de la publicidad engañosa”, ha indicado al PP.
Por su parte, desde Ciudadanos, su diputada Mari Carmen Sánchez ha considerado más útil que en lugar de derogar la norma se hubiesen llevado a cabo modificaciones. “En el texto de esta ley no hemos visto que se incite a impedir o a coartar” el aborto, ha indicado Sánchez, quien ha precisado que no obstante “otra cosa es el uso o implantación que se haya podido hacer de esta ley”, en la que se tutorizaba a las mujeres desde las instituciones.