El cordón democrático ante la extrema derecha resulta complicado cuando, en algunos casos muy concretos, sus propuestas parlamentarias pueden ser asumidas por alguno de los partidos progresistas, especialmente en iniciativas como la que se debatía este martes en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca de las Corts Valencianes.
El portavoz de Vox en la comisión, José Luis Aguirre, ha defendido una proposición no de ley (PNL) en apoyo al sector apícola valenciano en cuya exposición de motivos acusa a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de “criminalizar” la apicultura al pretender “imponer sanciones graves de hasta 60.000 euros por el desarrollo de su actividad”. El departamento que dirige la consellera Mireia Mollà “ha sido incapaz de coordinar la producción citrícola y apícola, actividades que históricamente han ido de la mano”, reza la PNL impulsada con Vox.
El portavoz socialista en la Comisión de Agricultura, David Calvo, ha presentado una enmienda a la transnacional pactada entre Vox y el PP, que finalmente no ha sido aceptada. El diputado de Vox ha señalado que la formación ultra “asume gran parte del contenido de esa propuesta”. “Agradezco el trabajo del PSPV y del señor Calvo en particular porque creemos que con esa enmienda se mejora la definitiva, asumimos sus argumentos y los introducimos en nuestra enmienda transnacional pactada con el PP”, ha dicho Aguirre.
Calvo ha acabado absteniéndose, mientras que sus compañeros del Pacto del Botànic, de Compromís y Unides Podem, han votado en contra. Los votos de PP, Vox y Ciudadanos han sacado adelante la iniciativa, la primera del partido ultra que se aprueba en la cámara autonómica. El portavoz socialista y el de Vox comparten un tono cordial, pese a su evidente distancia ideológica, y la abstención del PSPV-PSOE ha propiciado la aprobación de la PNL. Una situación llamativa que choca con las votaciones en las Corts Valencianes, en las que los tres grupos parlamentarios de la izquierda arriman el hombro para frenar cualquier propuesta de la extrema derecha.
Calvo ha asegurado que comparte el “fondo” de la iniciativa. “No hay otra opción que no pase por intentar mejorar los intereses de los citricultores al tiempo que se intenta mejorar la posición de los apicultores”, ha dicho en su intervención.
El diputado de Vox José Luis Aguirre, ingeniero técnico agrícola de profesión, mantiene un perfil moderado respecto a la tónica habitual de su formación (“podría perfectamente estar en el PP”, dice una parlamentaria autonómica). De hecho, el portavoz socialista ha agradecido a Aguirre su capacidad de llegar a acuerdos: “Eso le hace distinguirse de forma notable de su grupo, creo que eso dice mucho de usted”. “No están proponiendo nada descabellado ni inausmible”, sostiene Calvo.
El portavoz socialista también ha elogiado que el diputado de Vox presenta propuestas “realmente interesantes para el campo valenciano”. “No sé si ese compromiso con el campo valenciano lo podría traer de casa o es que estas paredes le están cambiando”, ha añadido. Eso sí, Calvo ha lanzado al diputado de Vox alguna pulla como cuando ha recordado una de sus primeras intervenciones en la que Aguirre defendió que “el cambio climático que se produjo en España durante los siglos VII y X originó la invasión árabe”. “Le aseguro que esa aseveración me marcó”, ha dicho Calvo.
Más allá del caso concreto de la iniciativa aprobada y de su escaso recorrido —las PNL se limitan a instar propuestas al Consell que en la mayoría de los casos se lleva el viento— la peculiar situación evidencia las dificultades de la izquierda parlamentaria para afrontar el desafío de la presencia de la extrema derecha en las instituciones democráticas, en España y en el resto de la Unión Europea.