El incendio que se declaró la noche del pasado jueves en la Serra Calderona nos recordó a los que nos dedicamos a esto un par de cosas importantes: por muy hastiada, quemada e indignada que pueda estar la ciudadanía con la actual situación política, social y económica (que les lleva a muchos a no informarse de forma deliberada), sigue existiendo una demanda grande de información y, muy especialmente, de información local.
Durante los primeros momentos del incendio forestal en Gilet, cuando los medios oficiales aún no habían podido difundir datos contrastados y todos nos estábamos aún enterando de qué había pasado, muchos ciudadanos del Camp de Morvedre encendieron sus televisiones y radios para tratar de enterarse de qué estaba sucediendo a escasos kilómetros de sus casas.
El primer impulso, lógico y motivado por una inercia de años, era poner Canal 9 o Radio 9. Si una cosa hacía bien nuestra televisión pública era esto. Inundaciones, nevadas, derrumbes... incendios. “Canal Neu, només veniu quan neva” les llegaron a gritar a los redactores que hacían sus conexiones en directo en “zonas de catástrofe”. Ésa información de proximidad sobre sucesos extraordinarios que están pasando a pocos kilómetros de tu casa era uno de los pocos servicios públicos que esta TV sí prestaba.
La demanda de esa información persiste, aunque la oferta se haya reducido. Visto que las radios/televisiones nacionales, primera referencia inmediata, no difundieron la noticia hasta varias horas después (aunque tuvieran profesionales allí desde la madrugada), la gente acudió a las redes sociales para poder enterarse. Vale la pena señalar también que un medio nacional no dedica un directo a un suceso como éste a no ser que alcance una gran entidad, bien sea por el posible número de fallecidos o heridos, o por un número inmenso de hectáreas quemadas.
Dicho esto, no es nada fácil encontrar una información contrastada y veraz en medio de una maraña de tweets , ya que los rumores campan a sus anchas. A lo largo de la noche, las redes quemaron el Monasterio de Santo Espíritu, ampliaron el fuego al Parque Natural de la Serra Calderona o incluso responsabilizaron del mismo al imputado por el incendio en Segorbe de días atrás.
La única referencia que aportaba cierta luz en medio de la confusión la constituían los medios locales que trabajamos en la zona. A pesar de contar con unos recursos modestos, Internet y las redes sociales nos brindaron la oportunidad de difundir información en igualdad de condiciones respecto a televisiones o radios más grandes. Y a ello nos pusimos. Aquí la diferencia la marca ése mismo concepto de proximidad, de conocimiento de lo propio, de ser capaces de desechar rumores e informaciones no contrastadas haciendo valer aquello que un medio nacional no puede conocer por su lejanía. Aunque sea algo tan nimio (no lo es al final) como ser capaz de pronunciar correctamente el nombre del municipio de Gilet.
Aún con los errores cometidos durante la noche, fruto de la confusión y de fallos a la hora de contrastar ciertas informaciones, los usuarios respondieron muy positivamente a esta tarea y nos dieron un considerable feedback. Esto nos permitió a la vez mejorar nuestra propia cobertura de lo que estaba pasando y prestar ése servicio público que, a día de hoy, sigue “en sede vacante”. Las menciones a la extinta Canal 9 fueron una constante durante toda la noche.
Dejo en manos de cada uno el interpretar si esto se debe a una añoranza de lo que era Canal 9, o más bien a echar de menos a la Canal 9 que debería haber sido, con las briznas de servicio público que nos daba de vez en cuando, justamente en informaciones de acontecimientos como un incendio. Conviene recordar que esa televisión que ya no está era algo más que un noticiario político manipulado hasta la náusea, era algo más que el despilfarro y la megalomanía que la acabaron hundiendo. El vacío dejado por RTVV continúa siendo demasiado grande. La necesidad de un medio próximo, en valenciano, valenciano en su definición y valenciano en su ámbito de actuación no ha desaparecido.