La secció que es proposa pretén ser un espai dedicat a tot el relacionat amb les festes de València, en el qual les Falles i tots els sectors culturals vinculats a les mateixes tinguen un especial protagonisme.
Fallas innovadoras y solidarias se abren paso entre los grandes colosos
Las grandes fallas de Especial o de las primeras secciones no son las únicas atractivas de la fiesta. Decenas de comisiones tratan de destacar y abrirse paso entre los colosos apostando por otra serie de motivos que las diferencian del resto.
Uno de ellos es la innovación en el diseño de sus monumentos y, en este sentido, la falla Mossén Sorell-Corona es el principal referente. Esta comisión decidió salirse del concurso de fallas experimentales que promueve el Ayuntamiento tras ganarlo durante 10 años seguidos.
Así, cada año optan por un artista diferente y en esta ocasión ha sido Javier Jaén, diseñador de Barcelona y colaborador de publicaciones tan prestigiosas como 'New York Times', 'Washington Post', o 'Le Monde', el elegido para hacer una aportación a las Fallas.
Según ha explicado Miguel Ángel, presidente de la comisión, la producción del trabajo correrá a cargo del taller del prestigioso artista José Lafarga. El lema del proyecto es 'Patrias de Nailon' y es un gran mástil blanco con una bandera blanca que no diferencia entre pueblos, estados, culturas, lenguas o religiones.
Es un símbolo internacional usado en periodos bélicos o de conflicto y posee varios significados: rendición, solicitud de parlamentar con el enemigo, alto el fuego o cese de las hostilidades entre seres humanos. Un claro mensaje a la situación que vive la sociedad actual en muchos puntos del mundo.
Otra de las comisiones que destaca por diferenciarse del resto es la falla Arrancapins. En su caso, esta centenaria comisión ha ido instaurando medidas rompedoras a lo largo de su historia que le ha valido la etiqueta de “revolución fallera permanente” por parte de todo un estudioso de la fiesta como el profesor Gil Manuel Hernández.
Así, por ejemplo, en 1978 implantaron un sistema de elección democrático de su Fallera Mayor. Primero eliminaron todos los gastos adicionales de las elegidas (invitaciones de comidas y cenas a los falleros, regalos, etc...) para que el aspecto económico no fuera impedimento para las candidatas y después, en 1991, suprimieron la figura de la Fallera Mayor al considerarla sexista.
También se desvincularon de los actos religiosos y fueron pioneros a la hora de prescindir del llamado traje de cucaracha que impuso Junta Central Fallera en favor de la indumentaria tradicional que finalmente se ha impuesto.
Pero si una decisión ha marcado especialmente los últimos 30 años de la falla Arrancapins esa ha sido la decisión de construir los propios falleros y falleras sus dos monumentos con la particularidad de que estas fiestas, por voluntad de la comisión, no participan en el concurso oficial, ya que no les mueve ningún interés por competir ni por los premios.
Así, en esta ocasión, la falla esta dedicada al 40 aniversario de la composición de la famosa canción del grupo Al Tall 'Tio Canya', rindiendo homenaje a todas las personas i entidades que han mantinido una defensa constante por la dignidad de la lengua valenciana.
Fallas solidarias
Otras comisiones falleras destacan por dedicar su monumento a alguna causa solidaria. Es el caso, por ejemplo, de Bailén-Xàtiva, conocida como la Ferroviaria, que trata la temática de la enfermedad de Parkinson en su falla, bajo el lema 'Coactus'. Este término del latín significa “forzado” o “acto involuntario”, un acto como el que un enfermo de esta patología realiza por culpa de la enfermedad, la segunda degenerativa más común después del Alzheimer.
El estudio Chuky (Raúl y Rafael Martínez) es el artífice del proyecto. Así, la comisión ha preparado todo tipo de actividades relacionadas con la temática que culminan con este monumento, cuyo objetivo es concienciar a las personas sobre la enfermedad y ayudar con diferentes recursos a la Asociación de Enfermos de Parkinson de Valencia.
El monumento representará a un hombre de unos sesenta años que descubre por primera vez que su cuerpo empieza a fallar, se siente movido por algo que no es su propia consciencia.
Las grandes fallas de Especial o de las primeras secciones no son las únicas atractivas de la fiesta. Decenas de comisiones tratan de destacar y abrirse paso entre los colosos apostando por otra serie de motivos que las diferencian del resto.
Uno de ellos es la innovación en el diseño de sus monumentos y, en este sentido, la falla Mossén Sorell-Corona es el principal referente. Esta comisión decidió salirse del concurso de fallas experimentales que promueve el Ayuntamiento tras ganarlo durante 10 años seguidos.