La actual dirección de Esquerra Unida del País Valencià ha impuesto –mediante una votación ganada por la mínima y con un quórum dudosamente aceptable– la asamblea restringida a delegados y delegadas como método de elección para sus candidatos y candidatas a las elecciones generales en vez de un proceso de primarias.
Esta decisión se toma tres meses después de las elecciones autonómicas del 24 de mayo en las que, por primera vez, EUPV se quedó sin representación en Les Corts y nueve meses después de haber organizado el primer proceso de primarias en su historia: abiertas a simpatizantes para elegir a su candidato a la Presidencia de la Generalitat y con la participación directa de toda la militancia para el resto de las listas.
Ahora, apartados del foco de los medios y en la comodidad que les brinda la invisibilidad mediática, algunos dirigentes han decidido actuar como en realidad les hubiera gustado hacerlo antes –cuando tuvieron que aceptar las primarias, de mala gana, forzados por la tozuda (y veloz) realidad política–; es decir, moverse como peces en el agua en los estrechos confines de la vida interna de la organización. O sea, volviendo al pasado en los procesos de elección de candidatas y candidatos, relevantes en todo proceso de confluencia interna y externa, conjuntamente con las propuestas políticas y programáticas de la organización.
Este paso atrás demuestra que esos dirigentes no han entendido que el subsuelo del sistema político ha sufrido transformaciones profundas desde el 15M y que las primarias ni son una moda ni un invento del capitalismo, sino más bien el resultado de una voluntad popular de democratización de todas las instituciones políticas fundamentales, incluyendo los partidos políticos.
Necesitamos partidos políticos para canalizar las demandas políticas y sociales que actúen como organismos vivos, que respiren con la sociedad, que sean herramientas útiles para la mayoría social y no aparatos fosilizados que actúan al margen de ella; por eso las personas firmantes defendemos las primarias abiertas como método general de selección de candidatos y candidatas en el seno de EUPV así como en otros instrumentos políticos (plataformas de unidad popular, por ejemplo).
Y sabemos que no estamos solos. Según una encuesta, más del 75% de las personas que participaron en las primarias de EUPV -entre simpatizantes y militantes- opinan que las primarias “se deberían hacer siempre y, además, para escoger a los candidatos de todos los niveles”. Todo el mundo sabe que las candidatas y candidatos elegidos mediante procesos de primarias tienen un plus de legitimidad respecto a aquellos que únicamente responden a dinámicas internas, ajenas a la sociedad.
Los que escribimos estas líneas queremos, precisamente, que Esquerra Unida vuelva a ser un instrumento útil para la ciudadanía valenciana, y somos conscientes de que hay que adaptar la estructura partidaria a sus necesidades. Negando la evidencia de que las primarias vinieron para quedarse no estamos haciendo otra cosa que convertir EUPV en una organización superada por los acontecimientos políticos, incapaz de reaccionar a los cambios que la sociedad exige, es decir, esclerotizada y antigua.
Es por ello que pondremos todas nuestras fuerzas y capacidades, junto con otros compañeros y compañeras, al servicio de la creación y consolidación de un espacio de confluencia donde se multipliquen las sinergias con otros actores políticos, sociales y ciudadanos y, por supuesto, participaremos con orgullo y alegría en los procesos de primarias que puedan darse en su seno.