El tremendo éxito de Compromís en las elecciones valencianas responde a muchos factores. El trabajo de muchos años, la fuerte estructura del partido, el tirón de Mónica Oltra y Joan Ribó y el cambio de ciclo político, por citar algunos.
En el caso de Ribó, probable nuevo alcalde de Valencia, hay otras causas. La campaña electoral, por ejemplo. Amadeu Mezquida, politólogo y director de la campaña, explica como se planteó, diseñó y ejecutó la estrategia que ha llevado a un ecologista catalán de 68 años a asaltar el cielo de Rita Barberá.
Definir el escenario
“El análisis de las elecciones europeas de mayo de 2014 reflejaba con bastante claridad dos cambios notables. El eje izquierda-derecha, que siempre había dominado el debate político, estaba siendo sustituido o complementado por el eje regeneración contra statu quo”.
“Además, se dio un resultado inédito: Compromís, Esquerra Unida y Podemos superaban en voto a los dominadores del bipartidismo clásico, PP y PSOE. Esta mayoría, que yo llamo de izquierda regeneradora, era muy clara en barrios de Valencia que, de alguna manera, lideraban el cambio: Benicalap, Torrefiel, Patraix….ahí había una oportunidad”.
“Esta sensación se confirma con la encuesta que el 9 d’octubre publicó El País. A pesar de que en aquel momento Podemos rompía, seguíamos creciendo, ganábamos fuerza pese a la irrupción de un competidor tan potente. Ahí me di cuenta de que teníamos un hueco para captar votantes si insistíamos en liderar el cambio de ciclo contra el establishment y, además, centrábamos nuestros recursos escasos en los barrios adecuados. Podíamos ocupar el centro político”. Mezquida lo explica en este vídeo:
Elegir el campo de batalla
“Usé toda la información disponible (elecciones, encuestas, estudios del CIS) para determinar que zonas serían más proclives a entender nuestro mensaje. Para ello, organizé los barrios por colores. Rosa (clase alta hostil), verde (donde ya eramos fuertes), amarillo (las pedanías, donde queríamos subir y hemos subido), morada (clase alta permeable al mensaje; donde, por cierto, al final ha ganado Ciudadanos, que en ese momento ‘no existía’) y rojo”.
“Y nos centramos en el rojo, barrios de la periferia, obreros, con bastante población inmigrante, poco uso del valenciano y, en general, hasta ahora, con pocos votantes de Compromís. Ahí (Orriols, Torrefiel, Patraix, San Marcelino, Benicalap....), si nos situábamos en el punto correcto del eje izquierda-derecha y regeneración-statu quo podíamos, creía, hacerlo muy bien. Y lo hicimos muy bien”.
Discurso
“Nuestro mensaje quería ser muy claro:
A) denunciamos la desigualdad. La de clase también, pero especialmente la de barrio. ‘El centro con Rita está muy bonito pero aquí nos tienen abandonados’.
B) La regeneración en el centro del discurso: transparencia, rendición de cuentas y participación contra oscurantismo, impunidad e imposición.
C) Valencianismo, no tanto en el sentido nacionalista del término como para destacar que somos un partido valenciano, que conocemos los problemas de la ciudad y sus barrios, que estamos aquí mucho tiempo y no somos un “experimento de laboratorio”, como decíamos para distanciarnos de Podemos y Ciudadanos.
D) El lema “Amb Valentia”, que no es mío, reflejaba muy bien que nos creemos gente capaz, preparada. Fuimos fuertes y sólidos en la oposición y lo seremos en el gobierno.
Campaña electoral
Compromís no tiene ni los recursos ni la plétora de asesores que tan bien narrra la serie El Ala Oeste de la Casa Blanca. “Hemos gastado menos de 50.000 euros, mailing y alguna publicidad asumida por otras instancias del partido aparte. Ha sido abierta, participativa y con un punto festivo, sin apenas mítines de autoconsumo. Hemos ido sobre todo a los barrios rojos con una pequeña carpa, una mesa, un altavoz y sillas a protagonizar casi asambleas, donde la gente, muchas veces asombrada, nos ha preguntado de todo. Hemos repartido horchata y zumo de naranja valenciana para destacar nuestro origen pero sobre todo hemos escuchado y debatido con los vecinos en multitud de sitios, hasta hemos llenado una plaza como la del barrio de Patraix”.
Mezquida y el resto del equipo de campaña -10 personas- han trabajado 14 horas diarias durante varias semanas. Eso, una planificación de meses y un trabajo de años han tenido un resultado: Casi 100.000 votos, el 23%, nueve concejales y una más que probable alcaldía. “Sabía que íbamos a mejorar mucho, pero ni yo me esperaba algo así. Un brutal éxito colectivo”, dice Mezquida. Antes, Barberá utilizó una expresión bien diferente: “Qué hostia”.