El Pleno de la Diputación de Valencia ha aprobado este martes los presupuestos generales de la Corporación para 2016 que comportan la drástica reducción, un 60%, de la partida de libre disposición del Presidente para firmar convenios singulares de financiación de los ayuntamientos con lo que se acaba “el clientelismo y la arbitrariedad”, según ha comentado el diputado de Hacienda, Toni Gaspar.
Con el voto favorable de los partidos que integran el Gobierno –PSOE, Compromís, Valencia en Comú y EU-, la abstención “positiva y colaborativa” de Ciudadanos y el voto en contra del Partido Popular, la cuenta general para 2016, que asciende a 448.955.481,89 euros, recoge las grandes líneas estratégicas trazadas por el presidente en su toma de posesión, incorpora las nuevas áreas y servicios como Igualdad, Transparencia, Mancomunidades y Comarcalización, Memoria Histórica e Inclusión Social, y responden básicamente a la nueva política de impulsar, menos planes pero con más recursos, que permitan más autonomía a los ayuntamientos a la hora de decidir las inversiones, lo que resumía el diputado de Hacienda, Toni Gaspar, con el lema de “menos planes, más recursos y más autonomía”.
Gaspar, quien reseñó que la sesión plenaria se celebraba este miércoles para dar tiempo a la oposición a estudiar los presupuestos, ha defendido la idea central de que los dineros del presupuesto no son de la Diputación, ni de los municipios, sino de los ciudadanos a los que se han de destinar, por eso – dijo- ya se ha acabado el ‘esto lo pago yo´, porque lo pagamos todos“.
El vicepresidente segundo remarcó que con los nuevos presupuestos se ha acabado el clientelismo y la arbitrariedad, como lo prueba el hecho de que la partida de gastos de libre disposición de Presidencia para financiar proyectos sólo con la firma del presidente se ha reducido un 60% con lo que pasa de los 10 millones, que tenía antes y se destinaba a convenios singulares, a 4, dos de ellos irán para fines sociales y los otros dos a planes de municipios con carácter de urgencia y de necesidad. Los seis millones irán a parar a ayudas regladas con bases de adjudicación.
Un presupuesto abierto
El presupuesto se mantiene como un documento vivo, dispuesto a adaptarse a las situaciones nuevas que se vayan produciendo e incluso a introducir enmiendas negociadas de otros partidos.
De hecho, tal como informó el diputado de Ciudadanos, José Enrique Aguar, había podido introducir propuestas concretas y el propio Toni Gaspar explicitó, en un gesto novedoso, que dado que el PP había presentado 13 enmiendas esa misma mañana y no se podrían aprobar se comprometía a que en sucesivas comisiones de Hacienda estudiará esas propuestas una a una con el fin de poder incluirlas en caso de que se llegase a un acuerdo. Incluso se prometió trabajar para que los presupuestos lleguen muchos antes a su aprobación y por tanto con más tiempo para poder modificarlos en fase de debate y estudio.
El portavoz de València en Comú, Roberto Jaramillo, justificó el voto positivo de su formación en que los presupuestos son más sociales y con ellos se acaba el besamanos. Si bien no comparte el área de Asuntos Taurinos si ha destacado en positivo la consolidación de las nuevas como Transparencia.
Rosa Perez, de EUPV, que también se mostró en contra de los gastos en asuntos taurinos, celebró que los presupuestos aprobados tienen más puntos de vista y son más participativos y los calificó de “más municipalistas y menos presidencialistas”, algo que siempre había reclamado desde la oposición en la anterior corporación. Destacó, así mismo, el cambio de enfoque en los Planes de Proyectos y Obras en los que se han acabado los planes precocinados y se imponen los intereses de los municipios.
Xavier Rius, portavoz de Compromís, manifestó que los presupuestos no respondían al cien por cien a lo que su formación podía haber elaborado pero, afortunadamente, no están hechos desde una mayoría absoluta sino desde la pluralidad. “Por eso estamos satisfechos –dijo-, más que si fueran desde la mayoría absoluta porque estos presupuestos tienen la virtud de la pluralidad y diversidad política y auspicial el consenso”.
Ciudadanos: Una abstención “positiva”
El representante de Ciudadanos opinó en su intervención que se deberían haber buscado en Europa nuevos fondos para aumentar el presupuesto, pidió que la cuenta general respondiera al resultado de una encuesta entre los alcaldes, advirtió de que la Diputación de Valencia no debería ser una “mera financiadora del Consell” y alabó que se hayan reducido en gran medida lo que llamó “planes de prebenda” al referirse a la partida de libre disposición del presidente. Acogió con esperanza el planteamiento de hacer del presupuesto un documento vivo y modificable con las sugerencias de otros partidos y con las necesidades del momento.
PP: Voto en contra
Por su parte, la portavoz del PP, Mari Carmen Contelles, después de pedir que se quedaran sobre la mesa los presupuestos y se debatieran sus enmiendas definió el presupuesto como la plasmación de los recortes en la inversión, el retroceso en la autonomía municipal y el reconocimiento de la ineficacia en la gestión. Contelles dijo que había seis millones menos en el presupuesto pero calculaba que gestionarla supondrá un gasto de ocho millones más y que no se recogían la cantidad de todos los planes de inversión anteriores. Se mostró en desacuerdo con los nombramientos en el área de Transparencia y señaló algunas competencias impropias que ha asumido la nueva Diputación.