En los últimos años, los sindicatos, especialmente los mayoritarios, hemos suscrito acuerdos en grandes empresas que modificaban condiciones laborales para atraer inversiones y aumentar así la carga de trabajo. La participación sindical, siempre bajo el esquema de la unidad de acción, ha posibilitado fuertes inversiones en sectores punteros como es el caso del automóvil, amortizando los efectos perversos de la reforma laboral. Todo ello desde la infranqueabilidad que supone mantener un frente sindical común, a pesar de los reiterados intentos de ruptura de las empresas bajo el lema del “divide y vencerás”.
El problema sumerge cuando, una vez atravesada esa crisis, se sigue defendiendo la teoría de rebajar derechos y se persiste, no ya en la contención salarial, sino en la modificación de las condiciones laborales bajo el chantaje de seguir atrayendo “carga de trabajo”.
En estos días asistiremos a cómo la principal empresa de nuestra comunidad pretende introducir un pacto de competitividad llamado “Horizonte 2020”, bajo este modelo de modificación a la baja de condiciones para atraer más modelos de fabricación. Un acuerdo, que va a afectar a una plantilla de más de 8.000 personas, con repercusiones sectoriales en más de 25.000, que pretende dirimir sin la participación de la organización sindical de CCOO, primera del sector.
La Federación de Industria ha manifestado a Ford su deseo de intervenir, por las repercusiones que tendrá el acuerdo, no solo en la empresa, sino en el sector y en la economía valenciana. Sin embargo, la dirección persiste en su negativa de abrir la negociación más allá de la parte mayoritaria que conforma el comité. Impide así el ejercicio de un derecho fundamental del sindicato y practica de facto la fragmentación de la unidad de acción. Lo dicho, divide y vencerás.
CCOO de Industria, como sindicato mayoritario en la industria metalúrgica valenciana, ha demostrado sobradamente su capacidad de intervención en los convenios provinciales del metal de Alicante y de Valencia, que dan cobertura a más de 150.000 trabajadores y trabajadoras. Por eso no entendemos la respuesta de la dirección de la factoría a nuestra petición de participar con asesores sindicales externos a la empresa ante un acuerdo que será el embrión del próximo convenio colectivo de una magnitud sectorial como la de Ford España.
La semana próxima le haremos entrega de una carta de protesta, en la que recriminaremos la vulneración del derecho de quienes ostentan cargos electivos en las organizaciones sindicales más representativas: “la asistencia y el acceso a los centros de trabajo para participar en actividades propias de su sindicato o del conjunto de los trabajadores, previa comunicación a la empresa y sin que el ejercicio de tal derecho pueda interrumpir el desarrollo normal del proceso productivo”. De esta manera, pediremos que la sección sindical de CCOO en la empresa pueda defender a los trabajadores y trabajadoras de Ford y de su entorno en las mejores condiciones.
También haremos un llamamiento al resto de fuerzas sindicales que conforman el comité para elaborar propuestas conjuntas que armonicen los intereses de una y otra parte. Solo así será posible alcanzar un acuerdo que reequilibre los efectos de la coyuntura de la crisis y recomponga la polarización sindical que existe en la planta, que no favorece los intereses de nadie.
*Javier Galarza, secretario general CCOO de Industria PV