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Los ecologistas alertan de la afectación sobre el río Júcar y la Albufera de la modernización de los regadíos de la Sèquia Reial

Diversas organizaciones ecologistas han presentado alegaciones a los varios proyectos de modernización de regadíos de la Sèquia Reial del Júcar que se han impulsado. Xúquer Viu, Acció Ecologista-Agró y Ecologistes en Acció han alertado de los “importantes impactos ambientales que estas obras tendrían en espacios naturales protegidos que forman parte de la Red Natura 2000 como son la Albufera, el río Júcar o los Ullals del riu Verd”.

Estos colectivos recuerdan que “los retornos de riego son las aportaciones más importantes que reciben los ecosistemas y las masas de agua de la ribera del Júcar y son absolutamente necesarias para mejorar el estado ecológico y garantizar la supervivencia de los ecosistemas que dependen”.

En las alegaciones presentadas se afirma que la modernización de regadíos “se construye sobre la falacia recogida en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de 1998 en la qué se afirmaba que ‘sobre la Albufera el impacto por reducción de retornos de riego es insignificante'”, considerando que “la Albufera se mantiene en su equilibrio actual independientemente de los caudales que lo alimentan”.

Advierten que sobre este argumento se aprobó la primera obra de modernización (la cañería bicolectora) y a continuación el resto de las obras que se han ido ejecutando. “El error es obvio y queda perfectamente documentado en numerosos estudios e informes, entre ellos el Esquema de Temas Importantes del Plan Hidrológico del Júcar o el informe final de septiembre de 2019 de la Universitat Politècnica de València fruto de un convenio con la Confederación Hidrográfica”.

En consecuencia, apuntan que “hay que abordar una evaluación ambiental del conjunto de actuaciones ejecutadas y pendientes de ejecutar en relación con las obras de modernización de la Acequia Real del Júcar, puesto que la gran mayoría de las ya ejecutadas se han autorizado bajo una premisa incluida en la DIA de 1998 que se ha demostrado falsa y que fue el motivo de que numerosos proyectos de modernización no fueron sometidos a evaluación de impacto ambiental o se considerara que su ejecución no tendría efectos negativos sobre el medio ambiente”.

La alegación presentada considera que “no es cierto que la modernización de regadíos a la Sèquia Reial del Júcar suponga un importante ahorro de agua. Con la modernización apenas se ahorra agua, entre un 5% y un 3% según varios estudios recientes”. Así aseguran que “la falacia del ahorro de agua consiste a considerar como ahorro reducir las aportaciones de agua a tres espacios naturales de elevado valor ecológico (los espacios de la Red Natura 2000: Parque Natural de la Albufera, río Júcar y Ullals del río Verd), un acuífero estratégico (Plana Sur València) y unas masas de agua superficial del río Júcar y sus afluentes, que en todos los casos su estado es peor que bueno”. Pero que en tener que compensar los retornos, tanto superficiales como subterráneos, “el ahorro real es insignificante”.

Los ecologistas explican que el documento ambiental de algunos de los proyectos “ignora la afección que las obras tienen sobre dos espacios protegidos de la Red Natura 2000, en concreto el río Júcar y los Ullals del río Verd”. Además indican que en la documentación se identifican los espacios naturales mencionados, “pero sorprendentemente se niega que haya afección a los Ullals del río Verd, y sobre el río Júcar no se hace ningún comentario, simplemente se ignora la afección, cuando la zona coincide o se encuentra mucho cerca de los mismos”.

Alertan así que los proyectos sometidos a evaluación de impacto ambiental de los sectores “se presentan fraccionados omitiéndose la evaluación de los impactos acumulativos sobre la flora, la fauna, la biodiversidad y el agua de los 46 sectores de las obras de modernización, especialmente en relación a los espacios protegidos, por lo cual tendría que ser sometido a evaluación de impacto ambiental encomendera y no simplificada”.

Alegaciones

Los colectivos conservacionistas han explicado así las alegaciones presentadas a los proyectos. En primer lugar piden que se realice un estudio de impacto ambiental del conjunto de las obras de modernización de la Sèquia Reial del Júcar, tanto de las ya ejecutadas como de las todavía pendientes de ejecución, “sin incurrir, como hasta ahora se ha hecho, en estudios ambientales fraccionados y viciados por la DIA del 1998”, que dice que “sobre la Albufera el impacto por reducción de retornos de riego es insignificante”.

En segundo lugar, que no sea autorizada ninguna actuación que no compenso íntegramente los retornos perdidos por la modernización de regadíos en el río Júcar y sus afluentes, el Parque Natural de la Albufera, los espacios protegidos de la ribera del Júcar y el acuífero de la Plana Sur de València por caudales que en igual cantidad sean recibidos directamente desde el embalse de Tous.

En tercer plazo reclaman que se analicen y evalúen todos los aspectos ambientales que las obras de referencia tienen sobre los espacios de la Red Natura 2000, los Ullals del río Verd, el río Júcar, el Parque Natural de la Albufera y las masas de agua afectadas, y se proponen las medidas que permitan compensar y corregir los efectos negativos, especialmente la menor aportación de retornos que supongan las obras de modernización.

Y finalmente piden que se paralice cautelarmente la tramitación del expediente de la evaluación de impacto ambiental simplificada del proyecto hasta que no se haya realizado una evaluación global de las obras de modernización, o, en todo caso, se resuelva dejar sin efecto la tramitación simplificada y se haga una evaluación ambiental ordinaria.