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Comunidades energéticas locales, la transición hacia un nuevo modelo “eficiente y colaborativo”

Una comunidad energética es un nuevo modo de generar, usar y gestionar la energía a nivel local, a través de la cooperación entre agentes -ciudadanía, administración local y pymes-, que contribuye a crear un sistema “descentralizado, justo, eficiente y colaborativo”, así como a la lucha “contra el cambio climático”, que se construye en base a las alianzas entre agentes y a la generación de energías renovables, tal y como explican desde la comunidad de energías renovables (CER) Sapiens Energía. 

Además, apuntan desde el sector que es más rentable para sus usuarios, que “logran entre un 20% y un 30% de ahorro en su factura anual, gracias a la energía verde de proximidad y más económica”, y se reducen las emisiones de CO2, así como “se facilita el acceso a energía a familias en situación de pobreza energética y se dinamiza la actividad económica local y el empleo”.

Los miembros de estas comunidades se convierten, al mismo tiempo, en “productores, gestores y usuarios de energía limpia y más económica, mediante instalaciones de autoconsumo de su propiedad que, a su vez, generan impactos positivos en su entorno social y medioambiental”. 

En el caso de Sapiens Energía, se trata de instalaciones de energía solar, que abastecen a municipios y áreas residenciales, zonas empresariales o comunidades de vecinos.  

Nuevo modelo energético

La transición hacia un nuevo modelo energético, basado en las energías renovables, es “clave” en la lucha contra el cambio climático y la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (ODS 7, ‘Energía asequible y no contaminante’, y ODS 13, ‘Lucha contra el cambio climático’) y el Green Deal (al menos 80% en 2050, aunque el objetivo es llegar al 100%).

El autoconsumo es un pilar fundamental de esa transición, desde el modelo tradicional, caracterizado por el uso de energías basadas en combustibles fósiles, con generación concentrada en grandes instalaciones conectadas a la red, a un nuevo sistema de generación distribuida, basado en instalaciones de energías renovables repartidas por el territorio (energía verde y de proximidad). Así se recoge y se está promoviendo, tanto en las estrategias y normativa europea, como la nacional y autonómica o en el ámbito local. 

La comunidad local de energía renovable es “una de las figuras fundamentales en el avance y la consolidación de este nuevo sistema y, como tal, ha sido reconocida en la reciente Directiva Europea de Energías Renovables”. En España, además del impulso de los decretos de autoconsumo, el Gobierno está trabajando actualmente en una estrategia concreta para las comunidades energéticas locales. 

Ocho comunidades energéticas locales valencianas

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, en España hay contabilizadas actualmente solo 33 comunidades y cooperativas energéticas locales -ocho de ellas en territorio valenciano-, frente a 1.750 en Alemania, 700 en Dinamarca o unas 500 en Países Bajos. En Francia hay 70, en Bélgica 34 y en Polonia también 34.

Uno de los actores principales son los núcleos de población, dado que concentran en torno al 40% del consumo de energía del país y son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Muchos municipios se han adelantado a estos marcos y llevan años apostando por diseñar estrategias y aplicar medidas de eficiencia energética y promoción de energías limpias y reducción de emisiones. 

Existe una ordenanza de la Diputación de Valencia para aplicar bonificaciones en el IBI que han adoptado varios municipios y medidas específicas para municipios con menos de 5.000 habitantes. Otras administraciones han aplicado medidas similares.

En el caso del Ayuntamiento de València se fomenta de autoconsumo (individual y colectivo, a través de ayudas y de bonificaciones en el IBI) y se aboga también por las comunidades energéticas locales, con un primer proyecto en el barrio de Castellar-L’Oliveral.

Plan Estratégico

La Generalitat dispone de un ‘Plan Estratégico de Comunidades Energéticas 2030’ que convirtió a la Comunitat Valenciana en pionera en España en la implantación de este modelo de autoconsumo energético “centrado en las personas y las energías renovables”. En 2020 se articuló una línea de ayudas específica para comunidades energéticas, a través del Institut Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), con cobertura hasta del 65% del coste de la instalación fotovoltaica, a fondo perdido. La dotación fue de 500.000 euros. Para 2021 se ha cuadruplicado esta línea de ayudas hasta los dos millones de euros

Sapiens Energía

De los siete proyectos apoyados en 2021 por esta línea centrada en las comunidades energéticas locales, cinco están promovidos por Sapiens Energía: dos en Albalat dels Sorells y uno en Alzira, Fontanars dels Alforins y Llíria. Además, participa en los proyectos del Ayuntamiento de Canet d’En Berenguer y en el del Ayuntamiento de Valencia en el barrio de Castellar-L’Oliveral.

La primera instalación fotovoltaica de una comunidad energética local en el territorio valenciano (una de las primeras de España) se ubicó en Albalat del Sorells, sobre la cubierta de la sede de AlternaCoop -cooperativa que promueve la movilidad sostenible-, con respaldo del Ayuntamiento y con financiación del Ivace. Tiene 68,85 kilovatios de potencia y 23 kWh de almacenamiento, con una batería centralizada de litio. Permite abastecer de energía renovable a más de 60 hogares, varias empresas y edificios públicos. Una parte se destinará a familias del municipio en situación de pobreza energética. Prevé una reducción de 76,7 toneladas de CO2 -equivalente a plantar 1.150 árboles en 10 años- y supone un ahorro económico total en Albalat de 10.320 euros anuales (un ahorro medio por familia de 120 euros al año).