¡Uf, se salvó el gobierno valenciano de progreso!

Habrá segunda etapa del Gobierno de izquierdas en la Generalitat Valenciana. La apuesta de Ximo Puig por adelantar las elecciones autonómicas y hacerlas coincidir con unas generales muy tensas, hasta dramáticas, dada la dureza con que las había planteado la derecha y la amenaza extremista de Vox, ha salido bien, gracias a Pedro Sánchez. Por poco, pero ha salido. Sobre todo para su partido, el PSPV, que vuelve a ser el más votado tres décadas después, aunque con poco menos del 24% de los votos, muy por debajo de lo que el PSOE ha obtenido en las elecciones generales. No tanto para sus principales socios, los valencianistas de Compromís, desdibujados en el escenario de la movilización de la izquierda contra el frente de las tres derechas.

El multipartidismo se refleja de forma muy contundente en los resultados de la elecciones autonómicas de este 28 de abril a unas Corts Valencianes que tendrán seis grupos con la entrada de Vox y en las que el más numeroso, el del PSPV-PSOE, tendrá apenas 27 diputados en un hemiciclo de 99 escaños.

Al Gobierno del Pacto del Botánico le sucederá otro basado en las mismas tres fuerzas políticas, un segundo Gobierno del Botánico, como ya de madrugada aseguró Mónica Oltra, tras lanzar un reproche poco disimulado a Puig al aludir a “algunos experimentos que han puesto en peligro la mayoría de cambio de 2015”.

Como en España, pues, continuará un gobierno de progreso al frente de la Generalitat Valenciana. Como en España, el PP se ha derrumbado, Vox ha irrumpido sin opción alguna a condicionar la política valenciana y Ciudadanos se promueve como la nueva marca de la derecha. Al contrario que en España, donde ha quedado con un solitario diputado en el Congreso, Compromís ha capeado como ha podido la tormenta perfecta y se ha dejado en el ejercicio dos diputados de los 19 que logró en 2015, mientras Unides Podem-EUPV salvaba los muebles de un desastre cantado al pasar de 13 a 8 parlamentarios.

Es indudable que los socialistas fueron los más votados, que el Pacto del Botánico revalidó su mayoría para otra legislatura y que se frenó a la derecha. Y sin embargo, queda la sensación de que nada volverá a ser igual. Tal vez por el susto que incita a susurrar: ¡Uf, se salvó el gobierno de progreso! Y gracias.