“Empeñarse en que la cerámica castellonense salga por Valencia va contra natura, obviamente ha de salir por Castellón”

El puerto de Castellón se ha convertido durante los últimos años en el punto de entrada y salida principal de la cerámica en la Comunidad Valenciana. Pese a que tradicionalmente se ha considerado al puerto de Valencia como el puerto de salida de la industria cerámica, los datos recogidos por el dossier que cada año se elabora con motivo de la celebración de la feria de la cerámica Cevisama sitúan al puerto de Castellón como el que más tráfico cerámico mueve de la Comunitat Valenciana, con prácticamente la totalidad de la importación -5,5 millones de toneladas- y, además, una buena parte de la exportación.

“Por el puerto de Valencia sale todo aquello que va a destinos a los que no llega el puerto de Castellón”, afirma Francisco Toledo, presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón. “Nosotros llegamos a todo el mar Mediterráneo, el mar Negro, el Rojo, toda África –oriental y occidental- hasta Sudáfrica y el Golfo Pérsico. Ese es el ámbito geográfico de nuestras líneas regulares de contenedores, aunque realmente tuvimos fletes de hasta 101 países el año pasado. Todos los contenedores que no van por estas áreas geográficas, a las que nosotros llegamos, salen desde el puerto de Valencia, puesto que no compensan los trasbordos y encarece el precio. Todo lo demás, viene por Castellón porque somos más baratos”.

El presidente de la Autoridad Portuaria atribuye el éxito del puerto de Castellón a una situación mucho más flexible, a la cercanía de la industria cerámica con las instalaciones portuarias y a la competitividad de precios. “Otros puertos tienen un tiempo de espera para admitir contenedores durante un tiempo determinado, pero después no. Nuestro modelo, por tanto, es mucho más flexible en ese aspecto y unido al ahorro logístico de la cercanía y la competitividad de los precios, nos convierte en una opción muy atractiva”, explica Toledo.

El pasado 2018 se estableció en el puerto una línea directa con Marruecos, la cual conectó Castellón con el que era, prácticamente, el último país africano en disponer de una conexión marítima con la capital de la Plana. La dificultad de la operación estribó en las negativas que en un primer momento cosechó la idea, debido a la existencia de diversas líneas entre Marruecos y Valencia. A día de hoy prácticamente la totalidad de la carga proveniente de este país se ha trasladado a Castellón y el puerto ha pasado de mover 1.200 contenedores a 120.000 este año.

“En un principio se dijo que había tantas líneas desde Valencia a Marruecos que no tendría éxito abrir una ruta desde el puerto de Castellón, hasta que se puso una línea y se vio que, efectivamente, podíamos competir. El año pasado el puerto de Valencia bajó un 8% la exportación de cerámica y en Castellón subimos un 12%”, explica el presidente de la Autoridad Portuaria.

Para Francisco Toledo, la salida natural de la cerámica castellonense es por el puerto de Castellón, igual que la salida natural de los coches de la Ford es por Valencia o por Sagunto. “Empeñarse en que la cerámica castellonense salga por Valencia va contra natura, obviamente ha de salir por Castellón. Más aún cuando funcionamos bien y tenemos mejores tarifas”, sentencia Toledo.

“No somos competencia, puesto que ofrecemos un servicio en menos tiempo y más barato, por lo que no hay competencia posible. La cuestión es tener líneas, en la medida en que vayamos poniendo más líneas y yo estoy seguro de que con el tiempo llegaremos a tener líneas con América –cuando haya un volumen suficiente que lo justifique-. Es un proceso natural en el que Valencia, como ya ha pasado, irá perdiendo carga que irá absorbiendo Castellón, que en la actualidad ya se ocupa de casi el 40%”, explica Toledo.

Diversificación de los puertos valencianos

Castellón sería ya, por tanto, el puerto de la cerámica de la Comunidad Valenciana, con una suma de exportación e importación que supera a Valencia en tres veces el número de mercancía controlada. La Comunitat Valenciana tendría así la suerte de contar con dos puertos entre los diez primeros de España: el de Valencia, segundo del país en movimiento de mercancías, y el de Castellón, que en estos momentos es el noveno.

Para Francisco Toledo esto es un bien a reivindicar, más aun teniendo en cuenta que son puertos con perfiles diferentes. “El puerto de Valencia está centrado en el contenedor, con más del 80% de lo que mueve es contenedor. El de Castellón es polivalente, estando entre los diez primeros en granel sólido, líquido e import y export. Esto enriquece a la Comunitat porque diversificamos el servicio, no somos competencia, puesto que somos complementarios. A lo que no lleguemos llegarán ellos y viceversa”.