Este martes 13 de diciembre CCOO-PV y UGT-PV han convocado una huelga indefinida de recolectores de cítricos por lo que consideran un “bloqueo” de su convenio colectivo. De este modo se ha llamado a sumarse a esta protesta a 60.000 trabajadores y trabajadoras que se encuentran en plena campaña citrícola.
El pasado 10 de octubre de 2022 se constituyó la Comisión Negociadora del Convenio Colectivo de Recolección de Cítricos de la Comunidad Valenciana, compuesta por CCOO Industria PV y UGT-Fica PV por la parte la parte social, y por la parte empresarial por el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) y la Asociación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunidad Valenciana.
Los sindicatos afirman que, tras varias reuniones de la comisión negociadora, “no ha sido posible acercar posturas que permitan llegar a un acuerdo por la inflexibilidad de la patronal”. Entre otras propuestas están una vigencia del convenio de 4 años; incrementar los salarios separando el destajo del salario por hora, siendo de un aumento anual del destajo del 1,5% en 2023, 1,25% en 2024, 1% en 2025 y 0,75% en 2026; mientras que en salario por hora seria del 3% en 2023, 2,5% en 2024, 2% en 2025, y 1,5% en 2026. Por otro lado también se pide que el orden de llamamiento al trabajo sea por antigüedad de cada cuadrilla y no como ahora de por antigüedad en la empresa de cada persona a que sea.
CCOO considera “inaceptable” la oferta patronal, porque “pretende que las personas trabajadoras del sector asuman los incrementos del coste de la vida”. Por ello afirman que “es sencillamente un insulto a la inteligencia y a la profesionalidad del personal del sector. Una vez más apuestan por una desregulación total del sector y salarios de miseria” denuncian.
Ante esta situación de falta de acuerdo CCOO Industria PV y UGT Fica PV han convocado una huelga que se inicia este martes y que tendrá carácter indefinido “si la patronal no rectifica en sus propuestas. Las personas empleadas en el sector merecen un convenio digno, con salarios y condiciones acorde a su valía como personas y profesionales”.
Concluyen subrayando que “el de recolección de cítricos es un sector estratégico y fundamental para la economía valenciana, pero este peso no tiene ningún impacto en las condiciones de vida y trabajo del personal. Las cuadrillas llevan años siendo maltratadas y ninguneadas, con salarios de miseria, en precarias condiciones de protección a la salud, asumiendo otros tipos de actividades que no están reguladas en el Convenio, pero que las realizan sin que se les remunere”.
Mejor sueldo que en otras comunidades
Desde la patronal de productores del Comité de Gestión de Cítricos (CGC) se ha lamentado la actitud “irresponsable e incoherente” de los sindicatos durante el “corto proceso de negociación”. Así la presidenta de CGC, Inmaculada Sanfeliu, critica las reivindicaciones de mejoras salariales afirmando que “el actual Convenio de Collidors resulta ser un 23,8% más generoso que el de Tarragona, un 26,6% más que el de Sevilla y un 27,6% más que el de Murcia”.
En este sentido afirma que “la posición de UGT y CCOO está agravando el trato de favor que ya se venía dando con respecto a las citriculturas que más han crecido en los últimos tiempos –la andaluza y murciana- y penaliza más si cabe a la valenciana que, a causa del minifundismo, tiene los costes de producción más altos del mundo”.
En lo que respecta a los llamamientos CGC critica que “los sindicatos se oponen a que las cuadrillas puedan ser llamadas de manera conjunta, arbitrando algún sistema para determinar el orden de llamamiento de las mismas (lo que obliga a los operadores a convocar uno a uno a cada trabajador). Tal modo de trabajar es ineficiente e incluso amenaza con provocar conflictos entre trabajadores de diferentes orígenes”. Señala Sanfeliu que “las cuadrillas se organizan por sí solas, agrupadas en función de la nacionalidad de sus integrantes, con la misma cultura y lengua pues la mayoría son inmigrantes. Ellos se organizan, eligen sus miembros en función de cómo se acoplan los unos a los otros y para planificar cuestiones como el transporte hacia el campo. Defender otra cosa es no conocer cómo funciona este sector y cómo quieren trabajar los recolectores”.
En el mismo sentido se ha manifestado AVA-ASAJA afirmando que lleva muchos años advirtiendo sobre “la falta de competitividad que arrastran los citricultores valencianos frente a los productores de otras regiones citrícolas. Los mayores salarios establecidos durante todo este tiempo es una herencia de errores en las sucesivas negociaciones. Y el resultado de esa pérdida de competitividad es que la valenciana es la comunidad española que más superficie dedicada a los cítricos ha dejado de cultivar en las últimas décadas y que más tierras prevé seguir abandonado en las próximas temporadas”.