Enero de 2024 ha sido el mes más cálido en la Comunitat Valenciana desde al menos 1950, en el que la temperatura media, de 10,8 grados, es 2,7º superior a la de la climatología de referencia (8,1º) y la precipitación acumulada ha sido de 20,3 litros por metro cuadrado (l/m2), un 53 por ciento inferior que la del promedio climático del periodo 1991-2020 (43,6 l/m2).
Así, este enero ha sido un mes “extremadamente cálido y seco”, con una media “ligeramente superior” a enero de 1955, que es el segundo más cálido, según recoge el avance climatológico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Respecto a los observatorios de las capitales de provincia, con más de 100 años de datos, en València ha sido, junto con 2016, el mes de enero más cálido; en Alicante ha sido el segundo más cálido, tras enero de 1955, y en Castelló de la Plana el tercero, tras enero de 1955 y de 1936.
Los datos entre temperaturas mínimas y máximas revelan una mayor anomalía térmica en las máximas diurnas, dado que las noches han tenido una anomalía de temperatura de +2,4º, mientras que la anomalía de las máximas diurnas ha sido de +2,9º.
Esta situación es “coherente” con el predominio de estabilidad durante la última decena del mes, tras el paso de la borrasca Juan, explica Aemet, que apunta que, en invierno, con esta situación meteorológica “se suele registrar una gran amplitud térmica, con noches frías y días cálidos”.
A lo largo del mes han habido tres episodios cálidos, los dos últimos “muy destacados” y “sin precedentes” en la Comunitat Valenciana en una fecha “tan temprana” del mes, con “récords” de temperatura mínima en el episodio alrededor del día 16 y de máximas en el interior y prelitoral en el episodio final de mes.
Durante el tercer episodio cálido de enero han destacado las temperaturas máximas diurnas, que llegaron a ser “de récord” en observatorios del interior y prelitoral los días 24, 25 y 26. Este último episodio cálido, según Aemet, ha estado caracterizado por un flujo “muy débil” de viento de poniente, “tan débil que acabaron entrando brisas de mar a partir de mediodía”.
Entre los registros máximos destacan los 29,6º de Chelva, cuyo récord estaba en los 26,6º registrados hace dos años, por lo que este año se ha superado por tres grados. También se ha superado el récord de temperatura máxima en este último episodio cálido del mes en Morella durante dos días de forma consecutiva, con 22,5º el día 24 y 23,3º el día 25. “Nunca antes se habían superado los 20 grados en Morella en enero”, resalta Aemet.
Otros observatorios que superaron el récord de temperatura máxima de enero han sido Ademuz, Jalance, Fredes, Castellfort, Chiva, Montanejos, Monòver, Petrer, Vilafranca, Zarra, Novelda, Alcoy, Barx, Fontanars dels Alforins, Bicorp, Carcaixent, Montserrat (Casadalt), Turís, Pinoso, Villena, Elda y Llíria.
UN ÚNICO DÍA DE PRECIPITACIONES “SIGNIFICATIVAS”
La precipitación acumulada ha sido 20,3 l/m2, que es un 53 por ciento inferior que la del promedio climático del periodo 1991-2020 (43,6 l/m2) y, globalmente, el mes se califica como “seco”. Por provincias, en Alicante y Castellón el déficit del mes ha sido del 67% y en Valencia, gracias a las lluvias del interior y extremo sur de la provincia, el déficit es “algo más reducido”, del 41%.
El único día de precipitaciones “significativas y generalizadas”, aunque, “en general, débiles”, ha sido el del día 19, bajo la influencia de la borrasca Juan, aunque el fenómeno “más destacado” que provocó la borrasca Juan fue el temporal marítimo. La altura significativa (tercio de olas más altas) alcanzó los cuatro metros con altura máxima de 6,3 metros en la madrugada del día 20.
Los máximos acumulados en el mes se han registrado en La Drova (Barx), con 42,3 l/m2, en Aras de los Olmos se han registrado 40,9, en Orba, 40,7 y en Utiel 37,2. En el otro extremo, el mínimo pluviométrico, con 3,6 l/m2, se ha registrado en Benicàssim. También en el extremo sur de Alicante el acumulado mensual es inferior a 5 l/m2.
Con los datos de enero, el primer cuatrimestre del año hidrológico 2023-2024, que comenzó el 1 de octubre, es también el más seco desde al menos 1950. Así, “no hay precedentes” de un comienzo de año hidrológico (octubre-noviembre-diciembre-enero) tan seco como el de este 2023-2024.
En promedio, durante el cuatrimestre se han acumulado 34,9 l/m2 cuando lo normal sería 204,7, con lo que el déficit medio del cuatrimestre en la Comunitat Valenciana es del 83%.
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