Un exdirectivo del Banco de Valencia reconoce “importantes discrepancias” con Asunción

EFE

Valencia —

Un exdirectivo del Banco de Valencia ha corroborado este miércoles las importantes discrepancias que surgieron para contabilizar las existencias de Acuigroup Maremar, fundada por el exministro Antoni Asunción, y los exresponsables de la entidad cuando tomaron el control de la piscifactoría.

Así, ha comparecido como testigo en la Audiencia Nacional un exasesor jurídico del banco valenciano, con el que Pedraz ha concluido por el momento los interrogatorios previstos en la causa en la que mantiene imputado a Asunción y a su exsocio Társilo Piles por delitos de administración fraudulenta y apropiación indebida, han informado a Efe fuentes jurídicas.

Cuando en julio de 2010 Banco de Valencia se hizo con el 68,01 % del capital de la empresa a través de su participada Inversiones Valencia SCR, su entonces director gerente, Fernando Pemartín, informó de potenciales incorrecciones en la valoración de las existencias, que pudieron suponer una sobrevaloración de las mismas.

La corrección de la cuenta de resultados del grupo conllevó una pérdida entre 2010 y 2011 de aproximadamente 20 millones de euros, mientras el resultado del primero de los ejercicios fue de 60,6 millones.

Cuando IV SCR y Banco de Valencia supieron de la existencia de estas incorrecciones, encargaron a Deloitte un análisis de lo ocurrido, que concluyó en julio de 2011 el desfase en las existencias de entre 25 y 30 millones de euros.

Sin embargo, desde la piscifactoría alegaron que esas diferencias en las existencias se debieron a cuestiones climatológicas que perjudicaron la producción y que el banco no supo asegurar, según indicó ayer al magistrado el expresidente de la Fundación Valencia CF, Társilo Piles.

Como hiciera Asunción, arremetió contra los exresponsables de la entidad por la gestión que hicieron de su empresa.

El exministro de Interior subrayó tras declarar en la Audiencia Nacional que “fue un error dejar entrar” al Banco de Valencia en su piscifactoría, al tiempo que acusó a los exgestores de la entidad de “hundir” una sociedad que hoy podría estar “en la primera línea” del sector.