El papel –y las previsiones- lo aguantan todo, pero la oposición ha salido en tromba a refutar los presupuestos de la Generalitat para 2015, que prevén un aumento del gasto –hasta los 17.191 millones- basado en ingresos de difícil cumplimiento. Conclusión: el gobierno valenciano seguirá gastando mucho más de lo que ingresa y, en consecuencia, seguirá caminando con paso firme hacia la quiebra.
Ximo Puig, líder del PSPV-PSOE, ha calificado los presupuestos de “engaño” y concreta al menos tres de las “mentiras” del conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, que habló de unas cuentas “sin recortes, elaboradas para el año de la consolidación de la recuperación económica”.
La Generalitat cree que recibirá 1.057 millones de los fondos de competitividad. También reclamó a Mariano Rajoy otros 1.500 millones, que nunca llegaron, para 2014. Parece improbable que Madrid, en año electoral y en medio de una grave crisis económica e institucional, tenga un detalle con una autonomía que da por amortizada. Puig cree esos 1.057 millones llegarían “en todo caso, en 2017”.
El Consell también cuenta con 309 millones de euros procedentes de ventas de activos inmobiliarios, entre otros, el solar donde se iban a ubicar las torres fantasma diseñadas por Santiago Calatrava. Su intención choca con la realidad: tras varios años de intentos, ni esos ni otros inmuebles o solares han sido enajenados.
Finalmente, Moragues –que ha reconocido sin ambages que su presupuesto no respetará el déficit del 0,7% del PIB exigido por el gobierno- cuenta con ingresar 201 millones por un impuesto a los depósitos a la banca. El problema es que ese impuesto está recurrido por el gobierno ante el Tribunal Constitucional, y una eventual decisión favorable a la Generalitat podría llegar más allá de 2015.
En resumen, según las cuentas del PSPV-PSOE, 1.648 millones de euros de ingresos (un 10% del total), están en el aire o son improbables. El gobierno que salga elegido tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015 trabajará con unas cuentas que pueden dejar otro reguero de impagados, sobre todo entre los proveedores y receptores de ayudas de la Generalitat.
Marga Sanz, portavoz de EU en las Corts Valencianes, habla de unos presupuestos “irreales y propagandísticos, pura propaganda”. Para Puig, “como Rajoy no da dinero, el Consell se lo inventa”. Lo cierto es que a causa, entre otras cosas, del sistema de financiación autonómico, la Generalitat, con los ingresos actuales, es inviable.