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Las críticas furibundas del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, contra el Gobierno por la gestión de la DANA que ha afectado a la Comunitat Valenciana y ya ha provocado más de 211 fallecidos puede acabar de erosionar la credibilidad del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien ha liderado la coordinación de la respuesta contra la catástrofe durante la primera semana. Tanto, que la única propuesta del presidente popular apartaría a Mazón del liderazgo en la crisis y se la entregaría al Gobierno de España, una forma de reconocer directamente la incapacidad de su barón territorial para hacer frente a los problemas generados por el temporal. Con la petición de Feijóo, sería el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien tomaría el control de la situación en la Comunitat Valenciana.
El líder del PP volvió a reclamar este lunes al Gobierno central que asuma el mando único de la gestión de los estragos provocados por la DANA que asoló la semana pasada la provincia de Valencia. Así lo indicó Feijóo en una declaración en la sede nacional del partido, sin preguntas de los periodistas y en la que ratificó el respaldo de su partido a una medida que el president de la Generalitat y líder del PP valenciano, Carlos Mazón, no ha pedido ni tiene intención de solicitar al Gobierno central. Todo, cuando el Ejército ya se ha desplegado en la totalidad del territorio afectado por el temporal.
Horas después de que Feijóo hiciese pública su propuesta, el presidente de la Generalitat compareció, también sin preguntas de los periodistas, para anunciar que destinará 250 millones de euros para ayudas directas a afectados y ayuntamientos. Carlos Mazón, quien no dio ninguna pista de tener intención de declarar el nivel 3 de alerta que supondría ceder la gestión de la crisis al Gobierno central, sí reclamó en el mismo acto 31.400 millones al Gobierno de España a través de 136 medidas para poder gestionar la reconstrucción, tanto en ayudas a trabajadores como para infraestructuras públicas. Mazón anunció que “seguirá trabajando” para que los valencianos salgan de la crisis. Una declaración de intenciones que choca con la declaración del presidente de su partido.
“Seguimos solicitando, como hicimos desde el primer día la declaración de emergencia nacional y, si se decide, tiene nuestro apoyo”, dijo Feijóo, a quien no se le pudo preguntar por qué cree que Mazón no ha pedido dicha declaración, toda vez que la ley de Protección Civil prevé que la medida la dicte “el titular del Ministerio del Interior, bien por propia iniciativa o a instancia de las Comunidades Autónomas o de los Delegados del Gobierno en las mismas”.
La primera vez que Feijóo reclamó la declaración de la emergencia nacional fue el pasado jueves, 36 horas después de las riadas que han provocado de momento 211 muertos y un número indeterminado de desaparecidos. Y lo hizo de una forma indirecta. “Estamos ante una emergencia nacional. Estamos ante unos hechos que no se localizan exclusivamente en un territorio, sino que se dispersan por buena parte del territorio nacional”, dijo junto al propio Mazón tras una visita al Centro de Emergencias en Valencia donde aprovechó para cargar contra el Gobierno, al que acusó de no ofrecer información fiable al Ejecutivo autonómico.
Aquel día, Feijóo defendió a Mazón y criticó con dureza no solo al Gobierno, también a entidades autónomas dependientes de él, como la AEMET o las confederaciones hidrográficas, y puso en duda que el Ejecutivo que lidera Sánchez hubiera colaborado con las autoridades autonómicas. “Yo al Gobierno central no le pediría una mayor colaboración, le pediría alguna colaboración”, dijo.
Pero apenas unos minutos después, Mazón contradijo a su jefe de filas en una comparecencia junto a Sánchez en la que agradeció los “contactos desde el principio, contigo [por el presidente del Gobierno] por WhatsApp, con la vicepresidenta, con el ministro del Interior, la de Defensa, con la delegada del Gobierno aquí”, así como su “colaboración”. De hecho, fuentes del Gobierno han explicado que el presidente de la Generalitat continúa colaborando con el Ejecutivo pese a sus aspavientos públicos.
La estrategia comunicativa de ambos se ha dado la vuelta este lunes. A punto de cumplirse una semana del inicio de la DANA que ha arrasado buena parte de la provincia de Valencia y ha provocado al menos 211 muertos, Mazón aprovechó una entrevista en la cadena Cope y otra en Antena 3 para arremeter contra el Gobierno y señalar al Ministerio de Transición Ecológica.
El president de la Generalitat, a diferencia de lo que venía haciendo, ya puso en duda la información remitida por las confederaciones hidrográficas. Pese a la información cronológica pública, Mazón criticó también la labor de la Unidad Militar de Emergencia y negó que su actuación dependiera de ninguna “autoridad política”. El jefe de la UME desmintió a Mazón poco después: “Es la comunidad autónoma quien dirige la emergencia y decide dónde vamos”. Esa es la base de la competencia autonómica en Emergencias. El propio Mazón en distintas comparecencias había admitido públicamente que era su Gobierno el que estaba reclamando efectivos a Defensa a medida que los necesitaba.
Mientras, algunos cargos del PP nacional y miembros del Congreso consideran que la gestión de la crisis “ha abrasado a Mazón” y lo consideran ya un “cadáver político”, informa Europa Press. En ese sentido, critican duramente al presidente de la Generalitat y el PP valenciano por no haber pedido al Gobierno que tomara el mando: “Mazón no ha estado a la altura”, explican las mismas fuentes.
Mazón y Feijóo, roces habituales
Feijóo intentó este lunes situarse por encima de refriegas partidistas y críticas cruzadas entre administraciones. Pero el líder de la oposición apenas dedicó tiempo a defender a su presidente autonómico. Se limitó a “reconocer a las administraciones que han sabido cooperar unidas en el Cecopi, lideradas por el president Mazón”. Y propuso un “plan Valencia” de inversiones del Gobierno en la región “previo diseño y concreción con la Generalitat Valenciana”, aunque sin citar al jefe del Ejecutivo autonómico.
Mazón nunca fue un hombre de Feijóo. En su día fue aupado por Pablo Casado y Teodoro García Egea cuando dirigieron el partido. En Génova todavía se lamen las heridas por el pacto exprés entre Mazón y Vox que condicionó todo el relato de la campaña electoral del 23J de 2023 al hacerse evidente el acuerdo de los populares con la extrema derecha.
Desde que comenzó la crisis, Mazón estuvo arrastrando los pies para asumir el mando único de la crisis desde el pasado martes 29 de octubre. Desde Presidencia siempre sostuvieron que era la consellera de Justicia, Salomé Pradas, la responsable de la coordinación de Emergencias durante la catástrofe. Y eso que fuentes del Gobierno valenciano en Emergencias confirmaban a elDiario.es que Mazón era de facto quien ostentaba el mando único desde el martes a las 19:30 horas cuando llegó dos horas y media tarde a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi). El temor de muchos en el partido es que la gestión de la crisis pueda derivar incluso en responsabilidades penales. Así, los cuatro primeros días de la catástrofe, Mazón se mantuvo en la ambigüedad, según algunos de sus compañeros, noqueado, hasta que el sábado tuvo que salir a dar un mensaje de que él era el presidente de la Generalitat y quien lideraba la respuesta en la Comunitat Valenciana tras la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Hasta ese momento, el presidente de la Generalitat había ido pidiendo al Gobierno los recursos que iba necesitando, e incluso, agradeciendo los que mandaban desde el Gobierno central. Hasta su comparecencia del sábado, en la que asumió de facto el liderazgo que por ley le había correspondido desde el primer día, no creó los grupos de trabajo en las distintas áreas. De repente este lunes, ha cambiado de estrategia y empezado a responsabilizar al Gobierno, primero por una supuesta falta de avisos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, e incluso a la Unidad Militar de Emergencias que tardó un cuarto de hora en responder a su primera petición de ayuda. Antes, Mazón había colaborado con el Ejecutivo en todo momento y, sus colaboradores dan por hecho que, pese a las críticas públicas, lo seguirá haciendo.
Primeros problemas y clamorosos silencios en el PP valenciano
Su gestión está cada vez más en entredicho incluso puertas adentro de su partido. Durante toda la crisis, Carlos Mazón se ha rodeado de un pequeño núcleo de su máxima confianza. Los tres secretarios autonómicos con los que pergeñó la estrategia política de contraataque y asunción del mando único el pasado sábado. Fuera quedó todo su Consell y el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, que había sido su sostén en los primeros días de la crisis. Llamativa es también la desaparición de secretario general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Juan Francisco Pérez Llorca, y el perfil bajo de la alcaldesa de València, diputada y líder del PP de la ciudad, María José Catalá. Tampoco se sabe nada del eurodiputado popular y hombre fuerte de Feijóo en València junto a Català, Esteban González Pons.
Fuentes del PP en la provincia de Valencia critican que Mazón se haya encerrado solo con su equipo de Alicante. “No sabemos nada de lo que está pasando ahí dentro. Estamos muy preocupados”, explican. Los alcaldes del PP de Alfafar y Massanassa han criticado abiertamente la gestión de la crisis que ha impactado de lleno en sus municipios con decenas de muertos. Mayores son las críticas contra el equipo de Emergencias del que se ha rodeado y que ahora está también en el punto de mira. “Es un desastre y no tiene visos de mejorar”, apuntan.