La felicitación del cardenal Cañizares dedicada al Gobierno: “Nos roban la Navidad”

Toni Cuquerella

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El arzobispo de València, Antonio Cañizares, no ha desaprovechado la carta de felicitación de la Navidad a los fieles para volver a cargar contra el Gobierno. No ha dudado en volver a criticar la ley Celaá de Educación, la gestión de los ERE y la ley de Eutanasia y ha llegado a señalar que con estas políticas “nos roban” la Navidad.

El cardenal reclamaba a los fieles “que no nos roben la Navidad, como están intentando algunos y algunas tendencias culturales, secularizadoras e ideológicas”. Y ha advertido: “Nos la roban cuando ceden a los criterios del mundo enemigo y aprueban leyes que intentan regular un derecho inexistente como es el de la eutanasia; y nos la roban cuando difunden una cultura hedonista en la que no cabe el dolor ni el valor del sufrimiento; y nos la roban cuando pretenden una enseñanza que no educa en el alto valor y dignidad de toda persona, y no hay Navidad donde se infunde miedo y temor y falta de libertad”.

La Ley de la eutanasia ha sido en la que más ha incidido Cañizares, asegurando que los diputados han “olvidado” los cuidados paliativos y que lo han hecho “intencionadamente, pero con un error y omisión gravísimo” porque “no han querido saber nada de ellos y les estorban los débiles, los enfermos, los terminales, los que gritan de dolor y son extremamente vulnerables”.

No obstante, el arzobispo les ha pedido “que se arrepientan y que vuelvan a Dios” porque “Dios quiere al hombre que sufre, no como el aplauso perverso de los que votaron 'sí' en el Congreso de los Diputados a la ley inicua, perversa y cruel en favor de la muerte”.

Cañizares también ha querido atizar al Gobierno a cuenta de los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) a causa del coronavirus. Así, ha pedido “justicia a los parados, que sufrieron los ERTE y no les han pagado todavía, y en su casa hay hambre y oscuridad, y tristeza, por quitarles el trabajo, que eso sí que es un derecho, -el derecho a un trabajo digno y sostenible- y no la eutanasia”. “Esto es lo más contrario a la Navidad y a la misma humanidad; ¿dónde quedan lo sentimientos de compasión? ¿en los sueldos para los que gobiernan y están cómodamente en su sillón del Congreso?”, ha añadido.