La Fira del Llibre de València, gran cita anual del sector, llega este año 2016 a su 51 convocatoria en un ambiente de cambio en las políticas relacionadas con el libro y con tímidos síntomas de recuperación del sector editorial valenciano.
Del ciberactivismo a la novela con humor, pasando por el ensayo y la biografía
La Fira del Llibre de València, que se hace coincidir con el Día Internacional del Libro, no es solo una fiesta relacionada con el mundo de la lectura. Se trata de una celebración que implica a todos los sectores de la cultura. Por eso, tres representantes de la cultura que pertenecen a gremios diferentes ofrecen sus recomendaciones a eldiario.es. Por si la indecisión ante tanta oferta se ha apoderado del lector o la lectora y eso puede facilitar su elección.
José Luis Pérez Pont, es el nuevo director del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana. Entre los libros que ha leído últimamente, destaca 'Manual del ciberactivista. Teoría y práctica de las acciones micropoliticas' (Bandaàparte Editores), de Javier de la Cueva. Según Pont, “bajo la máxima 'no propongas, haz', este abogado desarrolla un estimulante ensayo que ayuda a entender las numerosas aplicaciones que una sociedad tecnológica como la nuestra ofrece a la ciudadanía para ejercer microacciones que horizontalizan la capacidad de intervenir en la regeneración democrática”.
Verònica Cantó, miembro de la Acadèmica Valenciana de la Llengua, la institución normativa del valenciano, no se queda con un libro. Recomienda varios. Un clásico como 'Nosaltres els valencians', de Joan Fuster; 'La melodia del desig' (Edicions Bromera), de Ferran García-Oliver; 'La llama de la sabiduría', (Grijalbo) de Juan Francisco Ferrándiz; Botiflers! (Balandra Edicions), de Ignacio Blanco, y 'Un sepulcre de lletres minúscules' (Edicions Bromera), de Silvestre Vilaplana son sus recomendaciones. Para Cantó, lo fundamental de todos ellos “es que te atrapan desde el primer momento”. “Por esa capacidad de despertar atracción en lector los recomiendo”, añade.
El escritor, periodista y actual diputado socialista en las Corts Valencianes Fernando Delgado sugiere la lectura del libro 'Furias divinas' (Tusquets), de Eduardo Mendicutti. “Es un libro muy divertido, donde a través del humor Mendicutti agita la reflexión sobre cuestiones serias como la homosexualidad”, comenta. “La conspiración, entre medias, del asalto a una fiesta de la alta sociedad lo convierte en una propuesta delirante y muy recomendable”.
La pintora nacida en Vila-Real, Paula Bonet, propone la lectura de la obra “Anne Sexton. Un autoretrato en cartas”(Linteo), de Linda Gray Sexton, la hija de Anne Sexton. Esta especie de biografía recopila parte de la densa correspondencia que su madre mantuvo desde finales de los cincuenta hasta poco días antes de su suicidio en 1974 con grandes personalidades. “Unos textos llenos de sangre, de tripas, de sentimientos contradictorios y de mucha intensidad que sobrecogen. También provocan risas. Y nos acercan al oficio de escribir, con los éxitos y las dudas en el momento del proceso creativo. Este libro epistolar es una maravilla”, afirma Bonet.
La Fira del Llibre de València, que se hace coincidir con el Día Internacional del Libro, no es solo una fiesta relacionada con el mundo de la lectura. Se trata de una celebración que implica a todos los sectores de la cultura. Por eso, tres representantes de la cultura que pertenecen a gremios diferentes ofrecen sus recomendaciones a eldiario.es. Por si la indecisión ante tanta oferta se ha apoderado del lector o la lectora y eso puede facilitar su elección.
José Luis Pérez Pont, es el nuevo director del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana. Entre los libros que ha leído últimamente, destaca 'Manual del ciberactivista. Teoría y práctica de las acciones micropoliticas' (Bandaàparte Editores), de Javier de la Cueva. Según Pont, “bajo la máxima 'no propongas, haz', este abogado desarrolla un estimulante ensayo que ayuda a entender las numerosas aplicaciones que una sociedad tecnológica como la nuestra ofrece a la ciudadanía para ejercer microacciones que horizontalizan la capacidad de intervenir en la regeneración democrática”.