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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Fitur, champán y mujeres

Pese a que todas las partes han insistido durante los dos últimos días en que las dos jóvenes insertadas en un mono ceñido que promocionaban un local de ocio de Gandia no tenían nada que ver con el montaje del ayuntamiento, su imagen ha quedado asociada a la ciudad indudablemente. Y si el alcalde Arturo Torró no estaba al tanto de esta delegación de la discoteca, debería haberlo estado, porque de cierto modo abunda en una imagen de vulgaridad y machismo con la que ya fue embadurnada la histórica ciudad valenciana.

El revuelo fue tal que hasta el propio President de la Generalitat tuvo que huir de la imagen que daban las jóvenes, pero por en el camino del rechazo Alberto Fabra parece que quiso ser un caballero afirmando que las chicas eran “preciosas”. No fue esta la forma más afortunada para huir del tinte machista que ofrecían la estrategia comercial de las azafatas

Pero la imagen del alcalde del ‘popular’ de Gandia también se vio afectada hace ahora un año aproximadamente cuando un medio local difundió una fotografía del alcalde haciendo el discurso de la ‘Crida’ de fallas desde el balcón del ayuntamiento, y con una joven arrodillada detrás de él haciéndole de apuntadora. Esta difusión fue calificada de “humillante” por el ayuntamiento, respecto de los dos protagonistas de la fotografía; pero desde el medio se rechazó la interpretación que hacía el ayuntamiento, y por extensión todas aquellas personas que lo leyeran del mismo modo por las redes sociales.

No obstante entre las afirmaciones machistas por excelencia encontramos esta respecto a la noche electoral de los últimos comicios estatales: “Os espero el día 20 por la noche en Valencia, champán y mujeres”. De esta forma tan eufórica se expresaba el polémico presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, durante un mitin del PP ante la aplastante victoria que se vislumbraba; la matización posterior “las nuestras, claro”, no quitó hierro al asunto, porque mantenía la imagen de objeto únicamente sexual de las mujeres.

No obstante Rus tampoco es nuevo en estas lides, y en el acto de presentación de su candidatura para la alcaldía de Xàtiva no dudó en contratar a cuatro ‘go-gos’, tres chicas y un chico, que enfundados con poca y ceñida ropa azul PP bailaban una versión discotequera del himno del partido. Era una nueva operación de marketing chabacano, como la de la discoteca de Gandia.

Precisamente Rus –muy cercano a Torró- también ha sido uno de los políticos ‘populares’ que el miércoles no dudó en fotografiarse junto con las polémicas azafatas, posando orgulloso y sonriente. Sabía que estas eran una atracción en Fitur, como muchas otras de otros países y ciudades, pero estas estaban asociadas a su tierra y había que aprovecharlo. Se habló de Gandia y se habló de la Comunitat Valenciana, porque se habló de la imagen que ofrecían las azafatas, y fue un fiasco. Las jóvenes el jueves ya no aparecieron, aunque dudo que nadie haya escarmentado en el márketing político-turístico.