La portada de mañana
Acceder
El Supremo amplía la investigación de los correos de la pareja de Ayuso
La Generalitat reconoció por escrito que el seguimiento de ríos es su responsabilidad
Opinión - Lobato, en su laberinto. Por Esther Palomera

La Diputación de Gaspar arranca sin la presencia de Puig mientras Compromís, EUPV y Podemos urgen a su desmontaje

La política es un teatro y las instituciones suelen convertirse en el escenario en el que los políticos escenifican una estrategia, un sentir social o un impulso ciudadano. En la sociedad de la imagen y del tuit, los gestos, más que los discursos, se han convertido en la guía que hay que seguir y consultar para saber hacia donde van las ideas. El alcalde de Faura y diputado de Hacienda, Toni Gaspar, será nombrado este martes presidente de la Diputación de Valencia tras el terremoto Alquería que provocó la dimisión de Jorge Rodríguez.

Al acto de nombramiento de la segunda institución más importante en millones que gestionar y en presencia mediática que gobiernan los socialistas no acudirá el presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig. Es más, después de ser ungido como presidente de la Diputación de Valencia será Gaspar el que acuda al Palau a un “besamanos” con Puig. En dos imágenes, la Diputación genuflexa ante la Generalitat que de la mano de los socialistas y ya con la presión de sus socios de gobierno tras el “desastre” de la Operación Alquería aceleran el proceso de desmantelamiento de la institución provincial decimonónica. 

Puig ha dado su máximo apoyo a Gaspar, a pesar de agrietar con su nombramiento más si cabe su relación con los “abalistas” en la dirección provincial, pero se ha cansado de la Diputación. En el Palau se quieren desmarcar de los logros del ente provincial, con tres años con más luces que sombras pero dinamitados por el escándalo en Divalterra. Esta situación ha motivado que en los diez meses de legislatura que quedan las palabras que suenen en la Generalitat sean “desmantelamiento” y “vaciado de competencias”.

En la misma línea irán los socios de Gobierno del PSPV en la Diputación, Compromís y EUPV con el apoyo incondicional de Valencia en Comú. La coalición que lidera la vicepresidenta de la Diputación Maria Josep Amigó exige a Gaspar una hoja de ruta para iniciar “las transferencias de competencias de la diputación a otras administraciones”.

También reclaman un plan para finiquitar el sector público provincial empezando por Divalterra y acabando con Egevasa y Girsa. En este caso, los cuatro partidos del gobierno en la Diputación querrán hacer esta “voladura controlada”, como dijo en su día Rodríguez, garantizando el empleo y transfiriendo de manera escalonada las competencias.

Compromís también pedirá la finalización de la tramitación de las colaboraciones acordadas con la Generalitat en materia de escuelas (mantenimiento de escuelas y mejora de escuelas, conservatorios y escuelas de adultos), de instalaciones deportivas (plan de trinquetes 2018) y de centros sociales (plan 2018), además de concreción de la cesión de uso a la Generalidad de parte de las instalaciones del psiquiátrico de Bétera.

Torró llevará Hacienda y Gaspar se queda con los toros

Por su parte, en el pleno de este martes tomará posesión como diputada provincial Rebeca Torró, la mano derecha de Jorge Rodríguez que también ha asumido las competencias de alcaldía en Ontinyent. Torró será quien asuma la cartera de Toni Gaspar en Hacienda. El presidente de la diputación se quedará con los asuntos taurinos.

No está previsto que Gaspar nombre un jefe de gabinete pero se llevará a presidencia a Javi Ferrer, su asesor de máxima confianza durante sus tres años como diputado de Hacienda y Asuntos Taurinos.

Empieza una nueva era de diez meses en la Diputación pilotada por Gaspar. Mientras, las Corts Valencianes aprobarán este miércoles la Ley de Mancomunidades, la semilla legal para acabar con las diputaciones.