Las bajas y cambios de funcionarios en la comisión de evaluación bloquean el concurso para 31 licencias de FM valencianas
El sector radiofónico en la Comunitat Valenciana está muy preocupado y enfadado. El concurso de 31 licencias de FM sigue sin resolverse por el bloqueo de la Generalitat, que debía haber fallado el pasado mes de marzo tras la única una prórroga de tres meses que permite la ley. La paralización del fallo definitivo ha empezado a levantar suspicacias entre las decenas de empresas que se presentaron al concurso que arrancó en 2018 y que viene de un fracaso estrepitoso del anterior gobierno de Alberto Fabra, del PP.
Y es que una de las promesas del Gobierno valenciano de izquierdas fue poner orden en el espacio radioeléctrico y tras la primera legislatura todo sigue igual. Un dial lleno de radios alegales que necesitan la salida al mercado de licencias para legalizar su situación. Muchas empresas siguen emitiendo, en muchos casos ocupando espacios que no les corresponden o incluso invadiendo las frecuencias reservadas para la radio pública.
Fuentes de Presidencia de la Generalitat reconocen que la comisión de evaluación que debe evaluar las propuestas de las empresas aspirantes todavía no se ha podido reunir desde que hace nueve meses finalizara el plazo de presentación de orfertas. El motivo, señalan, es que siempre han habido vacantes en las sillas de los funcionarios responsables “bien por bajas laborales o bien por movimientos” en los puestos de trabajo.
Y es que según apunta la secretaria autonómica de Comunicación, Blanca Marín, el Consell del Pacto Botánico quiso cambiar la configuración de la mesa técnica. “Quitamos a los políticos de la decisión y metimos a funcionarios. Con el PP el presidente de la comisión era el secretario autonómico, ahora son todo técnicos”, argumenta Marín.
Pero es esta funcionarización la que, según la secretaria autonómica, ha provocado que la comisión todavía no se haya reunido al no conseguir reunir a todos sus miembros para poder tomar las decisiones. Para solventar el problema, explica Marín, van a realizar una modificación en la norma a finales de mes o principios de octubre para ampliar los funcionarios que puedan formar parte de la comisión técnica.
Cuando esté aprobada se volverá a convocar la comisión para poder estudiar las ofertas a las 31 FM. Esto significa que será difícil que este año el concurso pueda resolverse, aunque la secretaria autonómica no quiso dar una fecha. Fuentes del sector apuntan que el proceso ha caducado y que cuando se apruebe pueden haber muchos recursos contra la decisión por estar fuera de plazo.
Marín asegura que mientras la comisión técnica no se ha reunido se ha avanzado en tareas administrativas y, por ejemplo, se ha excluido a los aspirantes que no cumplían los requisitos. En concreto, dos empresas. “Se han registrado las puntuaciones objetivas y cuando se reúna la comisión se acelerará el proceso”, añade.
En este proceso salen a concurso 21 licencias comerciales, tres para servicios comunitarios y siete para emisoras comerciales íntegramente en valenciano. Las joyas de la corona son las frecuencias en las grandes ciudades, aunque las pequeñas demarcaciones son muy preciadas por las grandes cadenas, que quieren ampliar su implantación en el territorio.
No es la primera vez que el concurso de estas licencias embarranca. Se declaró desierto en 2011 y se convocó uno nuevo, aunque finalmente en 2016, ante las dificultades para poder concluir el procedimiento de adjudicación, y recurriendo a razones de interés público, se acordó renunciar al otorgamiento de las licencias convocadas. En 2018 se volvió a lanzar y a día de hoy el plazo de adjudicación se ha sobrepasado seis meses.
Desde 1998 no se cierra con éxito un concurso para adjudicar radios. En esos años han fracasado dos y está en marcha el de 2018. Durante esos años no significa que no se hayan adjudicado frecuencias, fueron unas pocas y en época del PP.
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