Una vez que el PP ha votado en bloque el nombramiento del liquidador de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) en las Corts Valencianes sólo hay dos caminos para evitar el cierre de Canal 9: las denuncias judiciales interpuestas por la oposición o un cambio de postura del Consell.
En esa línea trabaja el comité de empresa de RTVV, que este jueves por la tarde se ha reunido con el vicepresidente del Consell, José Císcar, al que le ha presentado una propuesta que, creen, podría ser aceptable para la Generalitat: parar el cierre a cambio de que el coste de Canal 9 sea igual al presupuestado este año, 70 millones, al menos hasta el fin del actual contrato-programa, 2015.
Esta oferta choca frontalmente contra el único argumento esgrimido por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para cerrar la televisión pública autonómica: que, con la anulación del ERE, los gastos en personal son inasumibles para una administración al borde de la quiebra.
Además, el comité se ha comprometido a evitar, en caso de acuerdo, la vía judicial para superar eventuales conflictos: “estamos dispuestos a realizar esfuerzos que garanticen la viabilidad de la RTVV dentro del marco presupuestario”, ha declarado la presidenta del comité, Salut Alcover, que ha ido más allá: Se le ha ofrecido “seguridad jurídica” a la Generalitat sobre una posible demanda colectiva, asegura.
El comité, que ha calculado que el cierre de Canal 9 costará 130 millones, asegura que el coste de la plantilla –algo menos de 40 millones al año incluyendo los trabajadores despedidos- se puede rebajar, lo que dejaría al presidente de la Generalitat sin el argumento del coste, su principal, tal vez único, razonamiento para llevar a negro la televisión pública.
Esto se conseguiría, según los trabajadores, con reducciones de jornada y sueldos, llevando al mínimo la compra de programas, aminorando el coste de la cúpula directiva y suprimiendo los pluses y las horas extras. Siempre según el comité, la plantilla completa de Canal 9 sería muy inferior a los casi 1.800 trabajadores de su pico, ya que muchos trabajadores han abandonado voluntariamente la empresa al jubilarse o encontrar otros trabajos.
Un pequeño rayo de esperanza
La hora y media que ha durado el encuentro, en un ambiente “correcto”, ha servido para que la percepción de los trabajadores sobre el futuro del ente público sea diferente, “si antes de entrar a la reunión lo veíamos todo negro, ahora vemos un pequeño rayo de esperanza” ante la posibilidad de que el Consell se siente a negociar una posible salida para mantener RTVV, explicaba desde el comité Nacho Àngel, “estamos moderadamente esperanzados sobre la opción de la negociación”.
En este sentido, Àngel comentaba que Císcar, quien se ha comprometido a trasladar la posición de los trabajadores al President Fabra, se ha mostrado muy interesado en conocer las cifras sobre trabajadores y presupuestos planteadas por el comité, “estaremos muy pendientes a lo que diga el vicepresidente mañana después del pleno del Consell”.
Císcar les ha transmitido que no renuncian al cierre de RTVV, “pero entendemos que están dispuestos a considerar otros escenarios”, razón por la que consideran que la reunión ha sido positiva, “no se ha mostrado inflexible y no ha recurrido a un discurso con argumentos taxativos sobre el cierre, cuando lo tenía fácil diciendo que la decisión está tomada y que no hay marcha atrás”.
Sin embargo, poco después, el Consell enfriaba las expectativas de los trabajadores: su postura “no ha variado”, dada la imposibilidad económica de asumir, “ni siquiera a medio plazo”, el coste extra de readmitir a los trabajadores, que, según los tribunales, fueron ilegalmente despedidos de RTVV. El Consell, por tanto, parece obviar la propuesta del comité de empresa.
Posibilidad de ERE
Una de las cuestiones que no se han planteado en la reunión es la opción de iniciar un nuevo ERE. En este caso se podrían plantear dos escenarios, un expediente para cerrar la empresa pública, “que no aceptaríamos”, y un ajuste que buscara la viabilidad del ente, que sí que podrían llegar a negociar si las condiciones fueran consensuadas entre el Comité y el Consell.
Los representantes de los trabajadores le han recordado a Císcar el papel institucional de la radio y televisión valencianas, que “va más alla de un partido, un sindicato o un Gobierno”. Ahora habrá que ver cuál es el próximo movimiento de la Generalitat, si mantiene la puerta entreabierta o la cierra definitivamente.