Al mejor estilo de Juan Carlos I con Hugo Chávez, aunque con más sutileza. El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha propinado otro sonoro portazo a las puertas de la Generalitat. Si Alberto Fabra, con prudencia, se desgañita pidiendo más y mejor financiación, Madrid ha dejado claro que no va a responder.
“Yo pediría a los responsables autonómicos que rebajen sus declaraciones y las hagan con más responsabilidad”, ha afirmado Montoro tras el Consejo de Ministros. Fabra, tras la publicación de las balanzas fiscales, reclamaba más dinero. Su homólogo en Madrid, Ignacio González, también. La diferencia es que la Comunidad de Madrid está en el grupo de cabeza por riqueza a diferencia de la Comunitat Valenciana, la única que aporta más de lo que recibe al estado a pesar de que su renta per cápita es inferior a la media.
Las balanzas fiscales, ha dicho Montoro, son “un un ejercicio de transparencia para conocimiento público”. Pero, matiza, un ejercicio que “no está pensado para hacer ningún balance del sistema de financiación autonómica (...) No pretendemos sentar las bases de un nuevo modelo de financiación”.
El ministro de Hacienda pidió “no confundir” el saldo entre lo que se recauda en las comunidades y el gasto que reciben con “el contenido de una nueva financiación”“. En plata: en contra de la pretensión largamente –aunque de manera prudente – reivindicada desde la Generalitat, Madrid no rescatará a la Comunitat Valenciana.
Poco importa que la Generalitat camine hacia la quiebra o que el actual sistema de financiación haga imposible garantizar servicios básicos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “pasa” de Fabra: Lo ha enterrado políticamente. De la reunión con los empresarios que Fabra garantizó para julio con Montoro tras la revuelta de la patronal, de momento, nada se sabe.