La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública ha iniciado el proceso para convertir los 6.000 contratos temporales que finalizan este mes realizados con motivo de la pandemia en plazas fijas, lo que supondrá un aumento total de la plantilla sanitaria del 12%.
En una primera etapa se cubrirán 5.040 plazas, cuyos profesionales empezarán a incorporarse a partir del 1 de mayo, la mayoría para enfermería y medicina (en torno a 3.000). Las cerca de 1.000 restantes se cubrirán en el mes de septiembre.
Según informan fuentes del departamento que dirige Ana Barceló, Sanidad lleva días llamando a las personas inscritas en la bolsa para las más de 5.000 nuevas plazas estructurales creadas que se irán ocupando a partir de la semana que viene en los distintos departamentos de salud y demás servicios sanitarios.
Hasta este jueves ya se había contactado en bolsa con un total de 2.981 personas: 465 médicos, 1.410 enfermeras, 50 psicólogos, 433 TCAES, 76 auxiliares administrativos, 32 trabajadores sociales y 192 celadores, entre otras categorías profesionales.
Por niveles asistenciales, este primer grupo se concreta en 2.691 refuerzos en las plantillas de los hospitales (611 para facultativos y 1.215 para enfermería, entre otras categorías). De ellos, 24 facultativos y 62 enfermeras se asignarán al SAMU; 209 facultativos a las urgencias hospitalarias; y 20 médicos y 45 enfermeras a las unidades de hospitalización domiciliaria.
Se crearán así mismo 259 plazas para Salud Mental (42 psiquiatras, 100 psicólogos clínicos, 44 enfermeras, 33 trabajadoras sociales y 24 terapeutas ocupacionales, entre otras) y 157 para Salud Pública (30 para enfermería, 12 veterinarios, 16 farmacéuticos, 8 para médicos de salud pública, 13 para técnicos documentalistas y 10 para técnicos de salud ambiental).
Además, habrá 1.613 plazas más para Atención Primaria y Comunitaria (310 serán ocupadas por médicos de familia, 599 se destinarán a enfermería, 316 a auxiliares administrativos y 64 para profesionales de trabajo social).
Petición de un 20% más de inversión
Precisamente, la Fundación de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria presentó el martes 26 de abril su Informe de Situación de la Atención Primaria en la Comunitat Valenciana.
Según informa la entidad: “La parte cuantitativa del informe ha sido de difícil elaboración por la falta y dispersión de los datos, en sí mismo esto ya es la primera conclusión relevante, pero el hecho contrastado que se destaca, y que incluso a los colaboradores ha sorprendido, es el gasto sanitario público en Atención Primaria respecto al gasto sanitario total, que en la Comunitat Valenciana no ha hecho más que bajar en datos analizados desde 2010, pasando de un 13,09% a un 12,85% en 2017 (última fecha de la actualización)”. También destaca “la falta de centros de salud y la baja ratio de profesionales con respecto a la población asignada”.
Por este motivo, “deben incrementarse notablemente los presupuestos sanitarios para la atención primaria, una cifra que se estima razonable es en torno al 20% y 25% del presupuesto sanitario público, lo que debe de realizarse de una manera escalonada”. En todo caso “sería importante una financiación sanitaria finalista para poder garantizar los presupuestos destinados a la atención primaria y acabar con la excesiva variabilidad actual”.
En cuanto a la opinión generalizada de los ciudadanos, “tanto a nivel nacional como en la Comunitat Valenciana, otorga una puntuación de 6,74 en una escala de 0 a 10, lo que podríamos traducir como cercano al Notable”. Y, dentro del sistema, “destaca precisamente la valoración sobre la atención primaria, que recibe la valoración más alta de todas”.
Según los datos del Barómetro Sanitario de 2019, la ciudadanía considera que hay cosas que mejorar, como las listas de espera para ser atendido, la saturación de los hospitales y centros de salud, o el poco tiempo que los profesionales pueden dedicar a cada paciente.