La Conselleria de Agricultura y Emergencia Climática ha presentado un requerimiento contra la aprobación por parte del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) de la autorización administrativa previa para la planta fotovoltaica Magda, en el interior de Castellón, sin que se haya tenido en cuenta el informe desfavorable de la dirección general de Medio Natural y Evaluación Ambiental.
Fuentes del departamento que dirige la consellera Isaura Navarro han informado a elDiario.es de que fue el pasado 14 de junio cuando se dio traslado del documento jurídico, paso previo a la vía judicial por medio de un recurso contencioso administrativo.
En su requerimiento, la conselleria pide la paralización del procedimiento de autorización del proyecto mencionado y que se retrotraiga el procedimiento al momento en que el vicio procedimental fue cometido, es decir, el de la declaración de impacto ambiental por parte del Ministerio, que debe de ser “anulada y sustituida” por otra que tenga en cuenta el informe ambiental de 19 de enero de 2023 de la Conselleria en el que se pone de manifiesto la afección de la planta a la Red Natura 2000.
“Queda así evidenciado el vicio formal que la resolución de la aprobación que la DIA contiene, al ignorar el informe y resolución de repercusiones de esta Dirección General, y que compromete su validez. Además en el texto de esta DIA reconoce esas posibles repercusiones sobre Red Natura, especificando que la Dirección General de Medio Natural ha identificado que el proyecto puede generar impactos”, dice el requerimiento.
Sobre el argumento del Ministerio de que los informes autonómicos se presentaron fuera de plazo, afirma la Conselleria que es “incorrecto” porque, “como ha quedado expuesto, el 19 de enero se remitió a la Subdelegación de Gobierno de Castelló y se confirmó su recepción el 20 de enero de 2023, por tanto, no existe extemporaneidad”.
El proyecto 'Magda' implica una instalación de 260.000 paneles y una ocupación de 500 hectáreas de terreno, con cerca de 70 kilómetros empleados en la línea de evacuación, para una potencia de 150 megavatios de energía solar fotovoltaica. Su ubicación está prevista sobre un mosaico de cereales, olivos, viñedos y pinares en varios municipios de la provincia de Castellón, principalmente les Coves de Vinromà, pero también Benlloch y Cabanes, con una línea eléctrica que atraviesa una decena de municipios.
En las plantas solares de más de 50 megavatios la competencia en la autorización es estatal y los informes autonómicos no resultan vinculantes, una cuestión que provoca un conflicto político y territorial.
El pasado mes de diciembre, las Corts Valencianes aprobaron reclamar al Gobierno de España la “paralización inmediata” del proyecto Magda, gracias a la Proposición No de Ley presentada por Compromís que reclamaba que no se continuara con este proyecto por su “gran afección paisajística”.
No es el único proyecto fotovoltaico en el que existen discrepancias con el Gobierno. Como informó elDiario.es, en este caso la Dirección General de Política Territorial y Paisaje dependiente de la Conselleria de Política Territorial ha emitido dos requerimientos por los cuales solicita al Miteco la nulidad de los permisos concedidos a dos instalaciones ubicadas en Requena y Villena por contravenir determinados puntos de la normativa autonómica de territorio.
El mismo departamento ha detectado otras 11 instalaciones de más de 50 megavatios de potencia autorizados por el Miteco a lo largo de toda la Comunitat Valenciana que también pueden ser susceptibles de recursos de nulidad.
Invade el Parque Cultural de la Valltorta-Gassulla
Ecologistes en Acció denunció este lunes que la autorización del proyecto fotovoltaico Magda, en el norte de Castelló, no ha tenido en cuenta el Parque Cultural, que contiene uno de los núcleos de pinturas rupestres al aire libre más importantes del mundo, por lo cual forma parte del conjunto del arte rupestre del Arco Mediterráneo de la península Ibérica, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad
El vallado de la planta fotovoltaica hito con el Parque Cultural a lo largo de más de 2,6 km, lo invade en unos 1.000 m² y no respeta la obligatoria distancia mínima de 500 metros a un Bien de Interés Cultural.