Las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP han difundido las imágenes de dos personas que acompañaban a un concejal socialista en el Ayuntamiento de Gandia utilizando la grabación de las cámaras de seguridad municipales y haciendo, según denuncia el PSPV-PSOE, un uso ilegal de este material, cuya utilización está restringida a la policía o la autoridad judicial.
Un caso de “espionaje” político, según los socialistas, que claman contra una Gandia “en manos de aprendices de la Stasi”, la agencia de espionaje de la Alemania comunista. “Existen micrófonos en los despachos, correos electrónicos intervenidos o teléfonos pinchados” en el ayuntamiento. Un Gran Hermano del que George Orwell se sentiría orgulloso, siempre la versión del principal partido de la oposición.
Según el PSPV, el gobierno presidido por el díscolo Arturo Torró, cedió imágenes del pasado viernes, grabadas por circuito de videovigilancia interno, a las NNGG de Gandia. De acuerdo con la versión de esta organización juvenil, en el vídeo aparecen dos hombres, “pupilos de Juventudes Socialistas”, “utilizando la impresora municipal para hacer impresiones de partido [del PSPV]”.
“Estamos ante trileros de la política que no respetan lo que es de todos”, ha dicho, rotundo, Alberto Moratal, el presidente de NNGG en Gandia. ¿Y cómo consiguieron los cachorros del PP las imágenes? Según el PSPV, por una cesión ilegal y directa del material del ayuntamiento, controlado por el PP.
“Se han pervertido los sistemas de vigilancia para convertirlos en sistemas de espionaje”, asegura Vicent Mascarell, concejal del PSPV, que llevará el asunto ante la Guardia Civil. “Unas instalaciones que deben velar por la seguridad ciudadana en manos del actual gobierno generan justo lo contrario, inseguridad”.
El PP prefiere poner el foco en otro lado. “El hecho trascendente no son las imágenes, sino lo que se ve en ellas”, a dos personas “accediendo a dependencias municipales para fotocopiar panfletos de actos de su partido”.