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El hombre asesinado en La Vila Joiosa es el desertor ruso al que el Kremlin considera “un cadáver moral”

elDiario.es / Agencias

19 de febrero de 2024 20:16 h

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El hombre asesinado a tiros el pasado 13 de febrero en el garaje de una urbanización de La Vila Joiosa (Alicante) es Maxim Kuzmínov, el piloto ruso que desertó el pasado agosto para entregarse al Ejército ucraniano con el helicóptero que pilotaba, han confirmado a EFE fuentes próximas a la investigación.

Desde un primer momento la Guardia Civil investigó lo ocurrido en La Vila Joiosa como un ajuste de cuentas, ya que la víctima recibió en la rampa del garaje de la urbanización de La Cala media docena de impactos de bala y, según testigos presenciales, posteriormente el vehículo en el que huyeron los asesinos pasó por encima del cuerpo.

Aunque la documentación que se encontró del fallecido en La Vila Joiosa no corresponde con la de Kuzmínov, porque acreditaba que era de un individuo de 33 años de nacionalidad ucraniana, las fuentes consultadas por EFE han aclarado que se trata del piloto que desertó de las tropas rusas.

“Era un traidor”

El jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, aseguró hoy que Maxim Kuzmínov, el piloto ruso que desertó en un helicóptero a Ucrania y fue asesinado en España, era un “traidor”. “Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen”, dijo Narishkin, según informa la agencia oficial rusa RIA Nóvosti. Narishkin añadió: “En Rusia se suele decir: sobre los muertos o se habla bien o no se habla”.

Cuando la televisión pública rusa informó en octubre sobre la deserción, el reportero adelantó que la orden de liquidar al piloto ya había sido impartida. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró durante su rueda de prensa telefónica diaria que no tiene conocimiento de que las autoridades españolas informaran a Moscú sobre lo ocurrido.

Este lunes el medio ucraniano Kyiv Post informó de que el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, había confirmado la muerte del piloto, aunque no mencionó el lugar del hallazgo del cadáver.

Una fuente del GUR declaró a otro medio ucraniano, Ukrainska Pravda, que el piloto murió tiroteado y que cerca de su domicilio se encontró un coche calcinado que podría haber sido utilizado por los asesinos, extremo este último que coincide con lo ocurrido en el crimen de La Vila Joiosa porque poco después se encontró el coche en llamas, supuestamente usado por los agresores en su huida, en la vecina localidad de El Campello.

Contactado por la inteligencia enemiga

Según la fuente citada del GUR, Kuzmínov había decidido ir a vivir a España en vez de quedarse en Ucrania. La deserción del ruso se dio a conocer en septiembre del año pasado cuando el GUR ucraniano publicó unas imágenes en las que el piloto –que entonces tenía 28 años– explicaba cómo fue contactado por la inteligencia militar enemiga, que le ofreció pasarse al lado ucraniano a cambio de dinero y protección.

En el vídeo puede verse el aterrizaje de Kuzmínov con su helicóptero, un Mi-8 de combate, en una base militar de la región de Járkov, en el este de Ucrania y fronteriza con Rusia. Según informó en su momento el jefe del GUR ucraniano, Kirilo Budánov, Kuzmínov cruzó la frontera volando por debajo del área de detección de los radares junto con otros miembros de la tripulación que no sabían de los planes del piloto y murieron cuando intentaban huir después del aterrizaje.

Budánov también explicó entonces que la inteligencia militar ucraniana había logrado sacar de Rusia a la familia del piloto desertor. Kuzmínov no quería ir a la guerra.

El piloto ruso Maxim Kuzmínov, hallado muerto en España, no quería ir a la guerra y acabó por volar con su helicóptero Mi-8 a Ucrania en una operación conjunta con el servicio de inteligencia de ese país.

El piloto, de 28 años, se graduó de la Escuela de Aviación de Sizran, en el sur de Rusia. Fue destinado a servir en el Lejano Oriente ruso, donde entre sus compañeros tenía fama de ser una “persona tranquila” y pedir “trabajo pacífico”, operaciones de carga que no tuvieran que ver con misiones militares, según el canal de Telegram ruso Baza.

Sus amigos dicen que Maxim tenía “miedo a morir en la guerra” y quería dejar el Ejército incluso antes del comienzo de la guerra en Ucrania, pero “no le dejaban”. Además, al piloto le aterrorizaba la idea de ser capturado en Ucrania.

Los compañeros del piloto aseguran que su novia, que no estaba al tanto de sus planes, se quedó en Vladivostok, en el extremo oriente ruso. De acuerdo con Baza, la madre de Kuzmínov también habría abandonado Rusia antes de que su hijo desertara a Ucrania con su helicóptero, algo que ocurrió en el verano de 2023.

Una vez en Ucrania, a la que voló sin que los otros dos miembros de su tripulación se enteraran de su destino y que fueron abatidos tras negarse a rendirse, Kuzmínov dijo que no quería verse involucrado en crímenes de guerra y pidió a otros pilotos rusos que siguieran su ejemplo.

Dijo que se puso en contacto con los representantes de la inteligencia militar ucraniana, quienes luego garantizaron su seguridad, le ofrecieron nuevos documentos y una compensación de medio millón de dólares antes de proceder a planificar la operación.

Una deserción planeada

Kuzmínov tomó la decisión final mientras volaba en las proximidades de la frontera entre Rusia y Ucrania el 9 de agosto. Luego guió el helicóptero a través de la frontera a una altitud extremadamente baja. “Aparentemente, durante 3 o 4 días nadie (en Rusia) entendió lo que me pasó. Aterricé y me recibieron (en Ucrania)”, dijo.

Según el vídeo difundido por Kiev, Kuzmínov resultó herido después del aterrizaje, pero se le ofreció asistencia médica a tiempo. Durante la grabación del vídeo, el piloto y su familia se encontraban en Ucrania, según la inteligencia militar de ese país. Mientras, en Rusia, el Comité de Instrucción militar incoó una causa por “traición” contra Kuzmínov y los familiares de sus dos compañeros que fueron asesinados tras el aterrizaje en Ucrania pidieron que pagara con su vida por lo que hizo.

“Si Maxim realmente hizo lo que hizo, espero que lo encuentren y lo maten”, dijo la esposa de uno de los navegantes del helicóptero, citada por la televisión rusa. Los compañeros de tripulación de Kuzmínov fueron condecorados post mortem por las autoridades rusas.