Las empresas que gestionan los hospitales privatizados en la Comunidad Valenciana deben a las arcas públicas más de 260 millones de euros. Es la situación con la que se encontró el Gobierno valenciano, según ha desvelado la consellera de Sanidad, Carmen Montón, durante la explicación de los presupuestos de su departamento en las Corts valencianes.
Según la titular de Sanidad, en 2015, de los hospitales con este modelo de gestión impulsado por el PP solo el hospital de la Ribera y el de Torrevieja habían realizado estos pagos, hasta 2008 en el primer caso y hasta 2012 en el segundo. Los tres restantes -el de Dénia (Valencia), Elche (Alicante) y el de Manises (Valencia)-, no los han realizado desde su privatización en 2009. Es decir, que durante al menos seis años la Generalitat no ha cobrado el saldo que le corresponde respecto a estas liquidaciones.
Fuentes de Sanidad han explicado que el importe corresponde a la cuantía per cápita que se paga en las comarcas y se calcula en base a otros datos del ministerio de Sanidad, por lo que la cifra, por el momento, sólo está actualizada a la deuda de 2014, dejando fuera los dos últimos años.
Estos 260 millones no están contabilizados en los presupuestos de la Generalitat, por culpa de la “mala gestión del PP”, impulsor de este modelo de privatización. Una gestión que “se puede calificar tranquilamente como negligente”, según Montón. La consellera socialista ha indicado que este año el Ejecutivo autonómico peleará por cobrar los 260 millones “de todos los valencianos”. La administración se pondrá en contacto con las empresas concesionarias para que liquiden la deuda.
Asimismo el Consell anunció hace unas semanas que ya se han iniciado los trámites para la reversión del modelo Alzira, gestionado por Ribera Salud, que finaliza en 2018 y que se trabaja en la misma vía con el hospital de Dénia, con la posibilidad de comprarle el centro a Marina Salud.