Con el objetivo de avanzar al máximo hacia la equidad fiscal, los técnicos de Hacienda del Ayuntamiento de València trabajan en la elaboración de un listado de inmuebles de diferentes confesiones religiosas, la mayoría de la Iglesia, por los que se les pretende girar el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) al haber detectado que en ellos se desarrollan actividades económicas con fines lucrativos que además suponen competencia hacia otras entidades que sí que abonan el tributo.
Una de las sorpresas que se han econtrado en esta tarea está localizada en el cruce de la avenida de Guillem de Castro con la calle de Balmes, unas de las más céntricas de la ciudad y, por tanto, con un alto valor catastral.
Allí se ubica el convento de la Encarnación de las Carmelitas calzadas que data del año 1502. Por su condición de edificio de culto y residencial de las monjas, está exento del pago del IBI. Sin embargo, alquila sus bajos a cinco empresas y una parte importante del inmueble (bajo más plantas) al Quart Youth Hostel.
Este es uno de los casos que analizan los técnicos municipales como susceptibles de abonar el IBI correspondiente a los bajos y la parte alquilada por el establecimiento hostelero, al estar obteniendo una clara rentabilidad por las actividades económicas que allí se desarrollan y que además suponen una competencia hacia empresas del mismo sector.
Al respecto, el Arzobispado de València ha argumentado que los ingresos de los alquileres se destinan a la restauración del edificio, tanto interior como exterior, “algo que al final queda para la ciudad” y a realizar en el mismo inmueble actividades benéficas como cursos para personas desfavorecidas.
No es el único ejemplo con el que se han encontrado de inmuebles exentos del IBI en los que se desarrollan actividades lucrativas. Los técnicos han localizado varios inmuebles de la Universidad Católica ubicados en la calle de Corona, en la calle de Quevedo, y entre Guillem de Castro y Paseo de la Pechina. Otro sito entre los números 14 y 18 de Jorge Juan con cinco plantas de parking subterráneo está pendiente de confirmación por el Catastro, puesto que aparece a nombre de una parroquia.
En la misma situación está el hospital Casa de la Salud, que ocupa una manzana entera en Manuel Candela, con titularidad de las religiosas de Santa Ana. Por este inmueble deberían pagar unos 196.000 euros al año de IBI. El recinto sanitario facturó el año pasado 32 millones de euros.
Otro caso se ha localizado la calle Padre Huérfanos, donde se ubica el inmueble ocupado por la escuela de idiomas titularidad del colegio Gran Asociación de la Beneficencia.
Tanto los centros educativos como el centro sanitario son de titularidad eclesiástica, tienen fines lucrativos y hacen la competencia a otras etnidades públicas y privadas. Pese a todo hasta ahora han estado exentos de abonar el IBI.
Desde la delegación de Hacienda siempre han justificado la iniciativa de remitirles el recibo en que según diversas sentencias de la Unión Europea, la exención de tributos a actividades económicas lucrativas sometidas al mercado de la libre competencia podría considerarse una ayuda ilegal.
Fuentes municipales han explicado que están recabando toda la información de la titularidad de los inmuebles para empezar a girar recibos, si es posible el año que viene, pero en cualquier caso a lo largo del presente mandato.
Las mismas fuentes han insistido en quedarán exentas del pago las viviendas propiedad de la Iglesia y de otras confesiones legalizadas siempre que tengan un uso residencial y que no se utilicen con fines lucrativos, así como los edificios dedicados al culto y a fines sociales (locales de Cáritas), al acogerse al acuerdo del año 1979 con la Santa Sede y a la ley de entidades sin fines lucrativos.
Por este motivo, la vía más sencilla para poder hacer efectivo el cobro sería una modificación legal que depende del Gobierno central: “esperemos que el nuevo ejecutivo tras la próxima cita electoral modifique la Ley de Mecenazgo para adaptarla a las resoluciones de los tribunales de la UE”, ha afirmado el edil de Hacienda, Ramón Vilar.
Como ya informó este medio, las arcas municipales dejan de ingresar cada año 5 millones de euros al año, ya que el Consistorio contabiliza 1.682 inmuebles exentos del IBI por ser propiedad de confesiones religiosas o de otras entidades sin ánimo de lucro.
Otros inmuebles que están exentos del tributo son el de la Fundación Bancaja, que por sus diferentes locales debería abonar 127.000 euros; el de Feria València, por el que la entidad se ahorra 719.000 euros; el Ateneo Mercantil, que por el edificio de la plaza del Ayuntamiento debería de pagar 105.700 euros; o el Instituto Valenciano de Oncología, que deja de abonar 65.600 euros.