Ikea Valencia ha presentado este jueves el proyecto de implementación de huertos urbanos que ha venido desarrollando estos últimos meses en patios escolares de Valencia y la localidad de Alfafar, un acto que ha contado con la presencia de Joan Ribó, alcalde de Valencia; Rodrigo Hernández, responsable de Save the Children Comunidad Valenciana; y Carmen Spínola, directora de Ikea Valencia Alfafar. El lugar escogido, el colegio público Gaspar Gil Polo de Valencia.
Esta iniciativa nació cuando puso en marcha, junto con Save The Children, una serie de talleres en la que cada dos meses visitaron colegios con niños en riesgo de exclusión social. Allí escucharon sus necesidades y deseos y surgió la idea de que un huerto urbano respondería a ello.
Desde entonces, se han implementado seis espacios de huerto en la provincia -tres de ellos con la colaboración de Save the Children- gracias a la ayuda prestada por voluntarios de Save the Children, el profesorado, las familias… y las casi 600 horas de voluntariado prestado por más de 110 empleados de la tienda, así como la donación de mobiliario de huerto por parte de la compañía por valor de 50.840€.
Todos los huertos tienen jardineras y maceteros para plantas, una zona de “aula” con mesas, con un enfoque pedagógico, para que los niños den clases o talleres, y otra zona más destinada al descanso. “Estos huertos urbanos suponen un importante avance en el trabajo que desarrollamos todos los días con niños y niñas en riesgo de exclusión social. No es solo un cambio del espacio físico, que ahora es mucho más bonito, también es la creación de un entorno donde los niños interactúan mejor, lo sienten como suyo y aprenden de manera trasversal valores como la sostenibilidad, la responsabilidad y la superación de las dificultades”, apunta Rodrigo Hernández.
Durante el acto de inauguración también han estado presentes miembros de la dirección de los seis colegios así como algunos de los 1.550 niños que se benefician ya de las instalaciones. Además, como símbolo inaugural, el acalde Joan Ribó y la directora de tienda Carmen Spínola han participado en la plantación de un naranjo.
En palabras de Carmen Spínola: “No podríamos estar más ilusionados con este proyecto. Es una acción en la que nos hemos volcado, por todo lo que significa: una educación mejor, una educación en valores sostenibles con los que además en IKEA nos sentimos muy identificados y tenemos muy presentes en nuestra actividad”. Además, añade: “agradecemos enormemente la colaboración con Save the Children, con quienes trabajamos para apoyar esa labor tan valiosa que impulsan por y para los niños y niñas que afrontan dificultades en Valencia”.
Este proyecto de voluntariado se enmarca además dentro del programa “Qué buenas piezas” de la multinacional sueca, un marco de actuación que desde este año aglutina las acciones de voluntariado con carácter social que desde Ikea se van desarrollando a nivel local y nacional, incluyendo aquellas que ya se han estado impulsando durante años.