El Ayuntamiento de València puso al cobro a principios del presente mes un total de 677.230 recibos correspondientes al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en virtud de los cuales está prevista una recaudación de 226 millones de euros.
Sin embargo, pese a que muchas familias se las verán y se las desearán para poder abonar el impuesto, otras entidades con recursos más que acreditados y que en algunos casos tienen actividades que les reportan ingresos, están exentas del pago de este tributo.
En concreto, según han informado fuentes cercanas a la Delegación de Hacienda del Ayuntamiento de València, las arcas municipales dejan de ingresar cada año 5 millones de euros al contabilizar 1.682 inmuebles exentos del IBI en cumplimiento de dos normativas dependientes del Gobierno central.
Por un lado, el acuerdo del año 1979 con la Santa Sede exime del pago del tributo a todos los inmuebles de la Iglesia y del resto de confesiones legalizadas, algo que en el caso de València afecta a 448 inmuebles (templos, pisos, bajos y hasta plazas de garaje), la mayoría propidad del Arzobispado y de entidades católicas afines.
El resto de locales (1.234) están exentos del IBI en virtud de la ley de entidades sin fines lucrativos y entre las que no lo abonan hay todo tipo de fundaciones y entidades, muchas dependdientes de la Iglesia.
Entre ellas destaca la Universidad Católica que deja de pagar 51.508 euros por diferentes edificios, pese a que supone una competencia para otras instituciones universitarias públicas y privadas que sí que pagan el IBI.
También están exentas del pago del tributo la Fundación Bancaja, que por sus diferentes locales debería abonar 127.000 euros, Feria València, que se ahorra 719.000 euros, el Ateneo Mercantil, que por el edificio de la plaza del Ayuntamiento debería de pagar 105.700 euros o el Instituto Valenciano de Oncología, que deja de abonar 65.600 euros.
El alcalde de València, Joan Ribó, ya ha manifestado en varias ocasiones su postura favorable a que la Iglesia y el resto de confesiones abonen el IBI de todas sus propiedades, excepto de los templos y edificios de culto o de uso social, como por ejemplo los de Càritas o El Cottolengo, que seguirían estando exentos.
A este criterio, desde la Concejalía de Hacienda añaden que también deberían de pagar el impuesto aquellas entidades que dediquen sus inmuebles a una actividad que suponga una competencia con otras entidades públicas o privadas que no están exentas del IBI, como es el caso de la Universidad Católica o de los diferentes colegios religiosos concertados que también están exentos del IBI.
Así, aplicando estos filtros, las mismas fuentes calculan que podrían recaudar más del 50% del total de los 5 millones de euros que se quedan sin cobrar cada año.
Desde Hacienda han recordado que para tratar de modificar la normativa, se ha consensuado una postura conjunta de los diferentes ayuntamientos en la Federación de Española de Municipios y Provincias.
Su secretario general, Juan Ávila, ha informado que dentro de los puntos de la reforma de la financiación local que tienen previsto negociar en poco tiempo con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está la posibilidad de que sean los propios ayuntamientos los que regulen las exenciones del IBI, o en su defecto, que el Gobierno central cubra los déficits de recaudación que la normativa estatal implique para cada Ayuntamiento, lo que en el caso de València ascendería a los 5 millones de euros mencionados.