Las Kellys se hartan del incivismo de los turistas, que se suma a su precariedad laboral

Miguel Giménez

València —
19 de agosto de 2021 21:52 h

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“Estas son algunas de las condiciones de las habitaciones que nos podemos encontrar las en hoteles de 4 estrellas”. Con este texto, acompañado de varias fotografías en las que se puede apreciar el estado en el que se encuentran las camareras de hotel algunas habitaciones que tienen que limpiar, denunciaban las 'kellys' de Benidorm a través de las redes sociales el incivismo y la “falta de empatía” de algunos turistas, una crítica que hacían extensiva a los empresarios: “Y luego querrán que limpiemos 23/25 en menos de seis horas”, al tiempo que exigen el cumplimiento de la ley de protección de riesgos laborales y el control de los ritmos de trabajo.

“¿Dónde quedan los sellos de calidad y la prevención de la COVID para las camareras de piso en estas habitaciones?”, se preguntaban también las 'kellys', que han decidido hacer públicas estas imágenes como un “toque de atención” a los empresarios, “que muchas veces son conscientes de estas circunstancias”.

La portavoz del colectivo en Benidorm, Yolanda García, asegura en declaraciones a elDiario.es que estas situaciones que han denunciado a través de Twitter no son anecdóticas: “Cuando hemos publicado las fotos ha sorprendido a mucha gente, pero para nosotras es algo habitual que nos encontramos día sí, día también en casi cualquier hotel de playa”. Así, relata que de cada 24 o 25 habitaciones que tienen que limpiar en una jornada de trabajo normal, “cuatro o cinco te las encuentras en condiciones similares, con el piso lleno de arena, los cuartos de baño sucios con cremas por todas partes y ropa y suciedad repartida por toda la habitación, y además de recoger y limpiar, hay que aplicar los protocolos de desinfección anticovid”.

Con esa carga de trabajo, más de 20 habitaciones al día, “si dedicas dos horas a las zonas comunes, tienes unos diez minutos por habitación si quieres cumplir tu horario, porque no te pagan horas extra, y resulta prácticamente imposible, porque no sabes lo que te vas a encontrar cuando entras en una habitación”, explica García, quien apunta que cuando se encuentran con estas situaciones, “prácticamente se te va una hora en ellas”.

Por eso, reclama que son necesarios, además del cumplir con la ley de prevención de riesgos laborales, más medios humanos para poder reducir la carga de trabajo y que se pueda dedicar más tiempo a la limpieza y desinfección, “depende del tipo de hotel, pero la media de habitaciones no debería ser superior a 15”. “Como en cualquier empresa, deberían realizarse planes preventivos para calcular la carga de trabajo, que en el convenio se recoge que debe ser menor en temporada alta, pero no se cumple”.

La portavoz de las 'kellys' de Benidorm -el salario medio de una camarera de piso de un hotel de cuatro estrellas ronda los 1.000 euros netos al mes- también llama la atención sobre el hecho de que el turismo ha cambiado, lo que les afecta a su trabajo, “antes eran estancias más largas, de más de una semana, que ahora se han recortado a la mitad, con lo que hay más salidas y más limpiezas, lo que genera mucho más estrés y que vayamos más aceleradas”. “Los hoteleros no quieren tener quejas de los clientes, y si el que sale deja la habitación a las 12 horas, el que entra quiere tenerla disponible a las 12.05”, denuncia García, para quien la solución pasa por incrementar el personal y reducir la carga de trabajo: “No nos podemos permitir una baja porque los despidos improcedentes en el sector son muy baratos”.