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Un alcalde recorre diez kilómetros para aprovisionar de medicamentos a sus vecinos porque un concejal de Vox ha pasado la cuarentena en su farmacia

Lucas Marco

Valencia —

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El alcalde de Vilar de Canes, un municipio de 172 habitantes del interior de la provincia de Castelló, recorre una decena de kilómetros hasta la vecina localidad de Albocàsser para aprovisionarse de los medicamentos que necesitan sus envejecidos vecinos. Y es que en la farmacia de Vilar de Canes, que regenta el exalcalde del pueblo y actual concejal de Vox en el Ayuntamiento de Castelló Luciano Ferrer, no entra vecino alguno desde hace semanas.

Ferrer, tal como informó este diario, asistió al acto del partido ultra en Vistalegre y anunció a sus compañeros del Ayuntamiento de Castelló que cumpliría la cuarentena tras haber coincidido con el secretario general de la formación, Javier Ortega Smith. La cuarentena, sin embargo, la ha cumplido intermitentemente en la farmacia que regenta en el pequeño municipio de Vilar de Canes. 

Un 70% de la población de este municipio tiene más de 75 años y no se ha producido contagio alguno por coronavirus. Los vecinos del municipio no entran a la farmacia desde que se decretó el estado de alarma, temerosos de un posible contagio. “Me dan las recetas y voy a buscar los medicamentos a Albocàsser”, dice por teléfono el alcalde de Vilar de Canes, José María Domínguez.   

“Nadie del pueblo le va a comprar”, añade indignado. El concejal de Vox, propietario de la única farmacia de Vilar de Canes desde 1996, ha creado tal indignación entre los vecinos que el alcalde ha denunciado la situación ante la Conselleria de Sanitat, el Colegio de Farmacéuticos y la subdelegación del Gobierno en Castelló. “Con este señor no se puede hablar, hay que tomar medidas pero no se puede hacer nada hasta que se pase la pandemia”, afirma el alcalde. 

Luciano Ferrer, actual concejal de Vox en el Ayuntamiento de Castelló, fue alcalde de Vilar de Canes por el Partido Popular entre 2007 y 2011. El concejal ultra obtiene el doble de ingresos como farmacéutico veterinario que de su pequeño establecimiento rural, según la declaración de bienes depositada ante el Ayuntamiento de Castelló. 

Ferrer defiende, en conversación telefónica con eldiario.es, que la “normalidad es absoluta” y que sí que ha entrado un vecino a su farmacia: “está dentro de lo normal”. “La población puede ser envejecida pero los plazos han transcurrido y no hay motivo de alarma”, añade el exalcalde de Vilar de Canes, quien también recuerda que “estamos a 27 días de Vistalegre”.  

El alcalde está muy indignado con la actitud del concejal de Vox. “Ya decidimos en pleno que a este señor ni agua. Me dio con la puerta en las narices y no voy a tolerar que nadie me ningunee a mi o al ayuntamiento que represento”, exclama por teléfono. Ferrer, por su parte, asegura que ante el revuelo creado en el pueblo, solicitó un cierre voluntario y su establecimiento cerró una semana (que “coincidió con días festivos”). 

El actual alcalde socialista cuenta que mucho antes de la crisis sanitaria del coronavirus ya tuvieron problemas con la farmacia rural que regenta Ferrer: “Tenía abierta la farmacia pero no tenía ningún tipo de medicamento, ni una simple tirita. Me tocó recurrir al delegado de Sanidad y al Colegio de Farmacéuticos y empezó a traer medicamentos”, asegura Domínguez.

En Vilar de Canes no ha habido contagios por coronavirus y los responsables municipales de la pequeña localidad del interior de la provincia de Castelló se han dedicado a desinfectar las calles y los edificios públicos. “Somos una población bastante sana, lo único los achaques de la edad”, dice el alcalde José María Domínguez.