El conocido como 'modelo Alzira' con el que la Comunitat Valenciana fue pionera en España en la privatización de la gestión de la sanidad pública, ha sido cuestionado por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). Pero el informe de la CNC no cuestiona la conversión de la sanidad pública privada, sino cómo lo hizo la Generalitat Valenciana en la licitación de los contratos y los criterios de la adjudicación, según ha informado el diario Levante-EMV.
La comisión apunta que en cinco de los seis contratos para la construcción y gestión de los hospitales sólo participó una empresa, participación “alarmantemente reducida”, según la CNC, a lo que además hay que añadir que “las seis licitaciones han sido adjudicadas a agrupaciones de empresas participadas todas ellas por la empresa Ribera Salud”. Cabe destacar que Ribera Salud fue la primera empresa que obtuvo la adjudicación del primer hospital privatizado, el de Alzira (1997) en el primer gobierno del PP en la Comunitat Valenciana, presidido por Eduardo Zaplana; al hospital de la comarca de la Ribera le siguieron los de Torrevieja, Dénia, L'Horta-Manises y Elx-Crevillent.
Entre las críticas de la CNC esta acusa a la Conselleria de Sanidad de que el plazo para presentar ofertas era de sólo 45 dias en las que se debían presentar toda la documentación necesaria y que había requisitos muy restrictivos . Así se soslaya que algun competidor podria tener ventajas de información y que el plazo tan reducido de mes y medio “otorga ventaja a algunas empresas que cuenten inicialmente con información”.
Competencia cuestiona también que en los criterios de valoración para los hospitales de l'Horta-Manises y Elx-Crevillent sólo incluye un criterio económico y apenas se tiene en cuenta la prima por habitantde del área de salud, mientras que “la capacidad de los licitadores a competir en precio es muy reducida”, se apunta en el informe. Por el contrario recuerda que el Síndic de Comptes denunciaba que en hospital de Manises no contenía el precio entre los criterios de adjudicación.
Además la CNC cuestiona el modelo de gestión privada de la sanidad publica porque entiende que puede adulterar el libre mercado, alerta así que se pueden utilizar las infraestructuras públicas para dar servicios a clientes privados, uso que no está limitado como sí lo está en la Comunidad de Madrid.
Otra de las denuncias que recupera de la Sindicatura de Comptes es la que hizo en 2003 cuando alertaba de la “indeterminación” en cómo se debía calcular la revisión el pago de la concesión. Así la institución valenciana ponía en cuestión que se tomase como límite inferior la actualización del IPC, y como límite superior el porcentaje de incremento del Gasto Sanitario a nivel estatal.
Ribera Salud
La empresa referencia en gestión privada de sanidad en la Comunidad Valenciana es Ribera Salud, que toma su nombre precisamente de la comarca a la que pertenece Alzira, donde se privatizó el primer hospital. Pero Ribera Salud, además de participar en prácticamente todos los hospitales valencianos privatizados, también lo hace de Erescanner salud, que gestiona el servicio de Resonancias Magnéticas y se ha extendido a Madrid.
En la Comunidad de Madrid Ribera Salud está presente en la sociedad BR salud, gestora del servicio del Laboratorio Central de San Sebastián de los Reyes que da cobertura a seis hospitales públicos. Y ha participado en la planificación, construcción, puesta en marcha y consolidación del Hospital de Torrejón de Ardoz.
Ribera Salud también criticó este jueves la decisión judicial adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de devolver los recursos sobre la externalización de seis hospitales de la región a sus secciones de origen. Así aunque aseguraba que “respeta” la decisión, también lamenta “profundamente” que continúe la situación de “incertidumbre” sobre el proceso.