El candidato de Vox a la Generalitat Valenciana primero y al Congreso como cabeza de lista por València después, Carlos Flores, ahora diputado electo, renunció el pasado mes de abril a su cargo como miembro del Consejo Valenciano de Transparencia, como vocal de la Junta Electoral de la Comunitat Valenciana y puso a disposición del Ministerio de Exteriores su cargo como cónsul honorario de Macedonia del Norte. “Las renuncias tienen que ver, obviamente, con mi candidatura de Vox a presidir la Generalitat Valenciana en los comicios del próximo 28 de mayo y centrar todos mis esfuerzos en la campaña”, dijo.
Fuentes de la embajada de Macedonia del Norte han confirmado a elDiario.es que el Gobierno de ese estado hizo efectiva a principios de este mes la resolución por la cual Carlos Flores deja de ejercer como cónsul honorario, en un procedimiento administrativo que han asegurado que arrancó a principios de año, cuando comunicó que iba a ser el candidato del partido de extrema derecha a presidir el Gobierno valenciano.
El cargo como cónsul honorario carece de retribución y es meramente representativo, pero se ha considerado desde el ejecutivo de Macedonia del Norte que no es lo más idóneo combinar su función como político, en este caso como diputado de Vox, con el cargo de cónsul honorario que venía desempeñando desde el año 2008.
Flores Juberías, catedrático de Derecho Constitucional y doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de los Santos Cirilo y Metodio de Macedonia, ha estado más que cuestionado tanto dentro del partido de extrema derecha como por parte de sus rivales políticos por su condena por violencia psicológica hacia su mujer en 2002, que para los grupos progresistas y para el movimiento feminista lo hace incompatible con ser un representante público.
Precisamente por esta condena, aunque lideró las negociaciones del partido ultra con el PP para formar el nuevo Gobierno valenciano tras las pasadas elecciones autonómicas, se vio obligado a ceder su sitio en el Consell al torero Vicente Barrera por el veto impuesto desde la dirección nacional de los populares, motivo por el que concurrió a las pasadas elecciones generales como numero uno de Vox por València.
“Ladrona, secuestradora de niños, dueña de calabozo, puta, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona”, son algunas de las frases que recoge la sentencia emitida en septiembre de 2002 por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia que condenó a un año de prisión a Flores Juberías por un “delito de violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones” contra su expareja, de la que se separó en 1999, madre de sus hijos a la que, según el fallo, provocó un “quebranto psicológico”.
Sobre la sentencia, el candidato de Vox siempre ha defendido su derecho una vez cumplida la condena. “Me equivoqué. Cometí un error y lo pagué sobradamente. Soy un ciudadano en pleno uso de sus derechos”, explicó el pasado mes de enero en el Parlamento valenciano.