Intu Mediterrani, el macrocentro comercial de 375.000 metros cuadrados edificables que un inversor británico pretende desarrollar en el antiguo campo militar y el paraje de La Muela ha dividido a la sociedad valenciana. Compromís y Podemos han mostrado su rechazo a su puesta en marcha, mientras el PSPV no ha aclarado su postura y mantiene que debe ser la legalidad la que rija en su tramitación. Por su parte, PP y Ciudadanos se han mostrado abiertamente favorable a su construcción, aunque en tres años de gobierno (2012-2015) los de Isabel Bonig no fueron capaces articular un proceso que garantizara su puesta en marcha.
Paterna, gobernada por el PSPV, quiere el macroproyecto a toda costa, mientras que municipios limítrofes como Manises o la propia València, de Compromís, ven con recelo un macrocentro comercial que podría hacer saltar por los aires el ya erosionado por las compras por internet sector comercial valenciano. Hasta los sindicatos, CCOO y UGT, tienen posturas encontradas en este debate.
Mientras la sociedad valenciana se polariza ante este tema, es muy difícil conciliar acuerdos, el inversor británico Intu realiza grandes operaciones en otras zonas de España que abren más interrogantes sobre sus intenciones y su futuro. Intu ha vendido recientemente por 475 millones su joya de la corona en España, Puerto Venecia en Zaragoza, el complejo comercial más grande del país. También quiere traspasar a un fondo alemán Intu Asturias.
Por su parte, sigue adelante con los trámites para construir en Málaga algo simiar a Puerto Venecia y a lo que quiere proyectar en Paterna. En 2017, la multinacional británica adquirió el centro comercial Xanadú en Madrid.
Estos movimientos, sobre todo las ventas millonarias, se han justificado como intentos de hacer caja para ir reduciendo deuda. ¿Querrán hacer lo mismo en Paterna? ¿Y en Málaga? En el caso de Puerto Venecia, Intu ha estado cinco años con el proyecto y ha salido con una buena venta a fondos de inversión, lo que denota que su intención tampoco es de permanencia si no de rentabilizar un proyecto que, en el caso de València, podría cambiar toda la geografía comercial de la capital valenciana y su área metropolitana.
Recientemente, Intu consiguió una victoria moral contra el Gobierno valenciano, al conseguir que el Tribunal Superior de Justicia valenciano desmontara el informe administrativo que tumbó su proyecto inicial. Eso les ha llevado a presentar un nuevo plan con menos volumetría y “más sostenible” con el que pretenden superar la reticiencias de las consellerias de Emergencia Climática e Infraestructuras. Amenazan con pedir indemnizaciones millonarias si les vuelven a dar un no por respuesta.
Ofensiva mediática
A la ofensiva política, administrativa y legal, se le ha sumado en los últimos meses una ofensiva mediática. Intu ha organizado actos con diversos medios de comunicación valencianos sobre todo tipo de temas y a los que han asistido miembros del Gobierno valenciano. El que más fricciones ha despertado entre los socios del Botànic ha sido el último, al que acudió el conseller de Infraestructuras, Arcadi España. Podemos -socio en el Consell de socialistas y Compromís- emitió un comunicado público en el que censuró la actitud de España puesto que su departamento tendrá que emitir informes sobre la idoneidad o no de Puerto Mediterráneo.