Mazón da la llave del negocio del sol a un núcleo reducido de zaplanistas

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Los campos de almendros o de vid son excepcionales decorados para fotos de exteriores, pero hace ya lustros que sembrar adosados es económicamente más rentable. Luego llegaron los campos de golf como cosecha fructífera. De un tiempo a esta parte, hay quien considera que las renovables, y las fotovoltaicas en particular, son el nuevo cultivo del desarrollismo. Los nuevos campos de golf de la burbuja inmobiliaria 2.0. Entre los objetivos políticos del Consell de Carlos Mazón está revisar la llamada Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV), el instrumento que define el modelo territorial. Dar un golpe de timón al rumbo marcado por el Botànic para aprobar una nueva Ley de Costas y de Urbanismo con el fin de desbloquear suelo para regar el negocio.
En ese contexto se incardina la apuesta de Mazón por que la Comunitat Valenciana “lidere la transición energética, con la fotovoltaica como protagonista”. En ese plan, el director general de Energía y Minas, Manuel Argüelles, es un actor clave. Como ha contado elDiario.es, Argüelles es beneficiario de autorizaciones para instalar plantas solares concedidas por el departamento que él mismo dirige. O bien participa como socio de la empresa que ha obtenido la licencia o en la ingeniería redactora del proyecto.
El fomento de la fotovoltaica desde la Generalitat responde oficialmente al interés del jefe del Consell por incrementar la producción de energía renovable para tener menos dependencia externa. “En soberanía energética, soy más independentista que Puigdemont¨, declaró en una entrevista de Víctor Maceda en El Temps. Hoy, la Comunitat Valenciana solo produce el 67% de la energía que consume.
Intereses tejidos con personas y cambios legales
A partir de esas supuestas intenciones, el Consell ha conformado un cóctel de poder, intereses y afinidades en el que las estrategias de control del sector están diseñadas al milímetro, según diversas fuentes. Mazón aspira a convertirse en una especie de rey Sol y ha decidido que en torno a él orbiten pocos satélites con voz y voto en este negocio. Pocos y de su máxima confianza, algunos muy conocidos en la familia zaplanista. Seres de luz para impulsar la fotovoltaica.
El plan ejecutado incluye cambios legales con la presunta intención de allanar el camino a la autorización de instalaciones, adelgazar la burocracia y desatascar expedientes. Al anterior Consell se le acusó de bloquear las iniciativas por los conflictos entre PSPV y Compromís, y en el seno de la coalición valencianista. En mayo de 2024, al año de la toma de posesión de Mazón, eran 350 los expedientes pendientes de evaluar. Con el ánimo de agilizar trámites administrtivos, el Consell aprobó el decreto 7/2024, conocido como el decreto motosierra, por la poda de 29 leyes y 37 decretos autonómicos anteriores. Una norma que iba a solucionar, decían, los atascos en la gestión de renovables. Mazón explicó la semana pasada que en el último año se han “actualizado” 74 plantas. El tapón no se ha diluido, ni mucho menos.
La larga mano del clan de la Nucia
Las reformas legales pretendían, decía Mazón, simplificar la burocracia. Y, de paso, también facilitar un mayor control político de los proyectos. Ese segundo objetivo sí se ha cumplido. La instalación de una planta requiere de la aprobación del proyecto en tres aspectos: en el ámbito urbanístico, desde el punto de vista del impacto ambiental y en la vertiente paisajística. Con el gobierno del Botànic, los trámites se hacían en tres direcciones generales distintas. Mazón las unificó en una sola: la Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental. Al frente de esta área colocó a Miguel Ángel Ivorra, hasta entonces concejal de urbanismo de la Nucia y mano derecha del alcalde, Bernabé Cano. Un poder en la sombra de este Consell por su cercanía a Mazón. De hecho, tras la marcha de la consellera Nuria Montes por sus traspiés tras la DANA, el presidente la sustituyó por Marian Cano. Persona procedente de la patronal del calzado y hermana de Bernabé Cano.
Ivorra y Cano, enredados con el cemento
Ivorra, plenipotenciario responsable de las evaluaciones de los proyectos de renovables, ha protagonizado casi tantas polémicas como el alcalde de la ciudad epicentro de los pelotazos urbanísticos. Varias actuaciones acometidas por Cano e Ivorra fueron judicializadas. Es el caso de los PAI de l’Algar, La Serreta o Pie de Monte.
Tan rentable resulta el cultivo de la reclasificación en el municipio de la Marina Baixa que hasta la trama Gürtel quiso sembrar. El jefe de aquella mafia, Francisco Correa, fracasó en su intento de compra del 50% de Montemar la Nucia, la urbanizadora de Pie de Monte, al promotor zaplanista Francisco Murcia Puchades. La Gürtel hizo un segundo intento de invertir echando mano de los contactos del número tres de la banda, Álvaro Pérez “El Bigotes”, con el alcalde Cano. El alcalde que, según el sumario, organizó una “fiesta con tías” en la Nucia.
Además de verse implicado en las polémicas urbanísticas judicializadas, el ex concejal Ivorra fue llevado a los tribunales por los presidentes de las cuatro comunidades de regantes menores que lo acusaron de suplantar al de la Comunidad de Regantes ante la Confederación Hidrográfica del Júcar, según contó en su día el diario Información. La conexión de Cano con Mazón llevó al presidente de la Generalitat a colocar también a Ángela Cano, hija del alcalde, como asesora en el Palau. Había ocupado el puesto número 20 en la lista autonómica del PP por Alicante.
La terminal del “lobby” Avaesen
La estructura diseñada por el Consell para ejercer un control absoluto de los informes y la concesión de licencias tiene sus terminales en el sector privado de las renovables. Militar en la patronal Avaesen suele allanar el camino a quienes aspiren a lograr autorizaciones, advierten desde el sector. Su presidente es Marcos J. Lacruz, y su director general, Pedro Fresco, quien fue director general de Transición Ecológica en el Consell del Botànic.
Lacruz ha sido socio del hoy director general Argüelles en la empresa Silicon Valen, constituida en mayo de 2022 por ambos con el objetivo de fabricar paneles solares y “reducir la dependencia china”. El presidente de Avaesen es, además, CEO de la sociedad NRG Investment. ¿Y quien trabajaba codo con codo con el presidente del lobby fotovoltaico y con Argüelles en Silicon Valen? Pues un estrecho colaborador de Lacruz y veterano zaplanista llamado José Emilio Cervera Llavador. Es el responsable de desarrollo de negocio en Silicon Valen y también en NRG Investment.
Cervera fue subsecretario autonómico de Relaciones Institucionales en el Palau de la Generalitat con Zaplana. Cuando, en julio de 2002, el ex presidente condenado por corrupto marchó a Madrid para ser ministro de Aznar, se lo llevó como asesor en el Ministerio de Trabajo. Posteriormente, Camps lo nombró secretario autonómico de Deportes, donde permaneció hasta noviembre de 2004. Zaplana colocó a Cervera en la Sociedad Parque Temático de Alicante (SPTA), la empresa controlaba la participación de la Generalitat en Terra Mítica y Ciudad de la Luz. Hoy es otro de los seres de luz en esta estructura modelada desde el Consell de Mazón para tener la llave del negocio de las renovables.
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