El líder de Vox, Santiago Abascal, llevó este jueves en Valencia a su llegada al mitin en el Museo de las Ciencias una escolta más amplia de lo habitual. Media docena de policías locales de Valencia abrieron paso al político de extrema derecha entre sus seguidores hasta llegar al escenario y cuidaron de que el acto transcurriera con total normalidad y sin riesgos para su protegido.
El dispositivo -por lo numeroso del mismo- lo hubiera podido llevar cualquier jefe de estado pese a que Abascal todavía no es ni cargo público. Como se observa en el vídeo que acompaña la noticia, una decena de personas -donde se identifica a cuatro policías locales de Valencia- abren paso y protegen la llegada de Abascal y su paso por el vestíbulo del museo que, pese a la muchedumbre y a dejar decenas de seguidores fuera, no llegó a llenarse.
Los policías de paisano, que según fuentes del consistorio estaban fuera de servicio y actuaban en su tiempo libre, portaban identificaciones de seguridad y dispositivos electrónicos para coordinar la operación de seguridad. Fueron la sombra del político ultraderechista a su llegada a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, lo que ofrece ante los asistentes una imagen de máxima seguridad e importancia.
El vídeo y otras fotografías muestran hasta media docena de agentes del cuerpo municipal de la ciudad de Valencia -alguno de ellos oficial-, que eldiario.es ha identificado pero cuyas identidades no revela por preservar su intimidad. Los documentos audiovisuales han corrido como la pólvora por los grupos de WhatsApp de la Policía Local de Valencia y de los sindicatos.
Apuntan fuentes sindicales que esta actuación podría se incompatible para los agentes puesto que vulneraría la Ley Orgánica 4/2010 de Régimen Disciplinario de la Policía Nacional -por la que también se rige en parte la policía municipal- y la ley de Seguridad Privada.
El hecho de ir identificados como seguridad privada podría ser incompatible con su profesión. Explican fuentes sindicales que, una cosa es actuar como fuerzas de orden en una manifestación, algo que puede hacer cualquier ciudadano, y otra ser seguridad privada e ir identificado como tal, puesto que para eso están las empresas privadas de seguridad reguladas por el Ministerio del Interior o la policía nacional, que puede dar cobertura a personajes de relevancia pública como Abascal si así lo solicita éste pese a que no ser cargo público.