El incendio de Tàrbena, que ya ha arrasado 600 hectáreas, es el primer gran incendio en la Comunitat Valenciana del año. Hay cerca de 200 desalojados, 300 efectivos trabajando y tres bomberos heridos. Como el ejercicio anterior, la temporada de riesgo de los incendios forestales se ha adelantado: el verano empieza en primavera. Los expertos apuntan que los efectos del cambio climático se dejan ver con claridad en estos fuegos: son cada vez más virulentos y se han salido de la temporada habitual.
Las autoridades apuntan a una quema agrícola como causa del incendio, que a horas de cerrar esta edición sigue sin control. Al parecer, la práctica estaba autorizada durante el fin de semana, pese al episodio de calor. La Generalitat Valenciana no había activado el nivel de riesgo alto y consideraba la situación normal. Los ojos se han posado sobre un gráfico de Aemet, la Agencia Estatal de Meteorología, cuyo mapa indicaba sobre la zona un nivel de riesgo entre alto y extremo. Un mapa en verde, otro en rojo. ¿Por qué?
Según la Conselleria de Justicia, competente en Emergencias, porque son dos índices distintos. Por sus características climáticas y el tipo de vegetación, la Comunitat Valenciana tiene otro índice de peligrosidad que mide la probabilidad de propagación, y también se basa en previsiones diarias de Aemet. La Agencia Estatal de Meteorología corrobora esta información: el índice operativo es el índice PIF (Peligrosidad Incendios Forestales) y en el documento no se indicaba riesgo elevado.
Así, si atendemos al fin de semana, la situación no parecía peligrosa. Se podría decir que han sido días de primavera normal, apunta José Ángel Núñez Mora, responsable de climatología de Aemet: temperaturas de 25 grados, viento suave... Pero, prosigue, si miramos con perspectiva, la situación cambia, resulta extrema: “No hay precedentes de un año hidrológico ni tan seco ni tan cálido. Estamos en una situación climática nueva”. “Si nos centramos en ayer y hoy, no eran índices extremos. Pero la situación climática de los últimos meses ha sido extrema, sin precedentes tanto en sequía como en temperatura. Probablemente haya que revisar los índices”, expone el climatólogo.
En 2018 el indicador ya se modificó para tener en cuenta la sequedad del suelo, después del incendio de Artana y de años previos con grandes fuegos forestales. “Hay que buscar un compromiso de ajustarlo a la situación. Hay mucho combustible disponible, algo que no es frecuente en esta época del año. Hay que dar más peso al índice de ignición”, apunta Núñez Mora, refiriéndose al indicador que se usa en el resto del Estado, que atiende a la sequedad de la vegetación que ejerce como combustible.
La constancia en los episodios anómalos y la falta de lluvias durante el invierno han convertido el monte valenciano en un secarral, pese a que las cuencas hidrográficas hayan remontado. Esto se debe, indica, a que las lluvias se han producido en la cabecera de los ríos que llegan a los embalses. Sin embargo, en los ríos cortos, de Castellón y Alicante, es donde se observan más problemas. “Con el escenario de cambio climático progresivamente avanzamos en estos fenómenos. Hay sequias intensas y prolongadas y temperaturas muy altas. Hay que ir adaptándonos. Este escenario tiene impacto en múltiples sectores, entre ellos los incendios”, subraya.
El pasado año los dos grandes incendios fueron marzo y noviembre. “Si llueve en mayo y junio la campaña de incendios suele ser favorable, con una humedad aceptable. Si no llueve, la campaña será desfavorable”, pronostica el experto.
Una situación anómala
La Agencia Estatal de Meteorología explica en sus redes sociales que las temperaturas han sido muy altas en la zona del incendio para estar en abril. “La combinación de ausencia de lluvias y las temperaturas altas que aceleran los procesos de evapotranspiración ha dado lugar a unos suelos extremadamente secos y una vegetación con bajo contenido de humedad”. En concreto, en Tàrbena se han acumulado desde el pasado 1 de octubre 49.0 l/m², cuando lo normal en este periodo de seis meses y medio son 649.6, con lo que el déficit pluviométrico en la zona del incendio es del 92 %, indica la Agencia, que recalca: “En gran parte del litoral y prelitoral no se ha acumulado ni una cuarta parte de lo que sería normal en estos seis meses y medio”. Las temperaturas no llegan a superar récords, pero que los episodios antes anómalos se tornen frecuentes entraña un elevado riesgo.
“La situación de los últimos meses encaja con un escenario de fenómenos extremos compuestos que también es una de las consecuencias del cambio climático, en el que se presentan al menos dos situaciones adversas simultáneamente. En este caso, calor anómalo y sequía meteorológica”, concluye la Agencia estatal.
Interior prohíbe las quemas agrícolas hasta octubre
El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, Javier Montero, ha informado de que la Dirección General de Prevención de Incendios publicará este lunes una orden para suspender las quemas agrícolas mientras se mantengan las actuales condiciones meteorológicas para “prevenir estos desastres”, aunque no ha querido pronunciarse sobre si se ampliará el periodo en el que esta práctica está prohibida.
Montero ha confirmado que el domingo no estaba prohibida esta práctica. El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat había establecido para este domingo un nivel de preemergencia por riesgo de incendios forestales bajo-medio en toda la Comunitat Valenciana. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología había declarado una riesgo muy alto en la zona donde se ha declarado el fuego, según el índice nacional de riesgo de ignición.
La oposición pide que comparezca Mazón
El PSPV reclama la comparecencia en las Corts Valencianes del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y de la consellera de Interior, Elisa Núñez, para dar explicaciones sobre el incendio forestal de Tàrbena (Alicante), mientras Compromís pregunta “por qué se han permitido quemas agrícolas” en la zona a pesar de la previsión meteorológica.
El portavoz de los socialistas, José Muñoz, ha criticado la “falta de previsión” de la Generalitat ante la campaña de incendios, ha reprochado a la consellera que “niegue sistemáticamente el cambio climático” y ha advertido que “los bomberos forestales están en pie de guerra” y realizarán esta semana una concentración que “todavía tiene más sentido” por este incendio y ha criticado los recortes en prevención.
En la misma línea, el diputado de Compromís Gerard Fullana denuncia que “el Consell haya recortado los medios contra estos incendios cuando estamos en máxima alerta” y reprocha a la consellera que cargara contra el anterior gobierno del Botànic en su última comparecencia.