Un asesinato cada dos días. En julio, trece mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. 42 mujeres han sido asesinadas este año como consecuencia de la violencia machista y 32 menores han quedado huérfanos, según los datos oficiales. Después de un verano especialmente oscuro, el movimiento feminista de Alicante ha declarado la “emergencia feminista” y ha organizado la noche violeta, una marcha que quiere llenar este viernes las calles de luz contra el miedo y a la que se han sumado más de 250 ciudades.
“Ha sido un verano de barbarie y no entendemos la normalización de estos datos, que nadie haga nada. Y frente a la barbarie, feminismo”, claman Cova Peremarch, Lydia Sellés y Yolanda Díaz, responsables de la organización. “La luz violeta reivindica calles seguras, estar tranquilas, no tener miedo. El derecho a una vida plena y libre de violencia machista”, explican a eldiario.es las integrantes de la plataforma.
“La iniciativa nace de la preocupación de ver cómo cada dos días era asesinada una mujer en España y había cierta normalización. Trece mujeres asesinadas, un menor asesinado y herido de gravedad son suficiente motivo como para hacer algo. No podíamos empezar el curso político como si este verano no hubiera pasado”, claman.
En apenas unos días la convocatoria se ha ido extendiendo por todo el Estado español y se han sumado capitales como París y Lisboa, además de algunas ciudades en Argentina y Colombia. La noche violeta ya está respaldada por colectivos feministas de todo el país y por partidos políticos como Podemos, Izquierda Unida, PSOE y Compromís, cuyos representantes asistirán a las concentraciones en las plazas. Al cierre de esta edición, más de 250 ciudades teñirán de morado sus plazas el viernes por la noche. “La rabia y la impotencia la comparten compañeras de todo el Estado. Teníamos claro que iba a ser una convocatoria estatal”, reconocen.
Las organizadoras prevén una noche llena de simbolismo. Se trata de ocupar las calles cuando estas, en el imaginario colectivo, se tornan peligrosas para las mujeres. La caída de la noche lleva pareja la idea de intimidación y peligro en muchas mujeres, con mensajes de aviso o recomendaciones de itinerarios a seguir o a evitar. “El objetivo es iluminar las calles, ese espacio público del que nos dicen a las mujeres que no es seguro, en el que tenemos que tener cuidado por cómo nos vestimos, con quién nos juntamos, qué apps utilizamos...”, relata Peremarch. Así, la noche violeta “es una demostración de mirar al patriarcado, al miedo, al terror de la noche. Y estando juntas decimos que no vamos a permitir ni un paso atrás. Las mujeres nos empoderamos, salimos a las calles. Nosotras, por nosotras”.
Aunque los símbolos son importantes, las feministas creen imprescindible reseñar que el repunte de violencia sexual “es intolerable”. “Es muy importante que nos demos cuenta de que esto no es una exageración, hay datos, es una realidad que el Estado debe coger de frente y debe comenzar a desarrollar las leyes y a impartir formación al sistema judicial y educativo”, reclaman. “Es evidente que hay un problema cuando contamos con leyes pioneras y los peores datos de los últimos años”.
En el primer manifiesto, la plataforma feminista de Alicante ya alertaba de las consecuencias de una investidura fallida para las políticas de género y de una repetición electoral. “No podemos negociar con los derechos de las mujeres. Nos preocupa que se amplíe una derecha que ha manifestado claramente que va a recortar en nuestros derechos”. El feminismo, consideran “hay que traducirlo en exigencias políticas que se cumplan”; recursos económicos, leyes, coeducación. “Los representantes políticos no han estado a la altura”, critican.
La Plataforma ha logrado el apoyo de mujeres referentes en la literatura, el periodismo, el arte o el activismo como Rosa Cobo, Mar Esquembre, Amelia Tiganus Rozalén y Maria Murnau. Veinte mujeres han colaborado en el vídeo “20 motivos”, en el que expresan sus razones para salir a la calle el 20 de septiembre: “Frente a la barbarie, frente a la oscuridad, frente al miedo, la intimidación, frente a todo lo que nos han arrebatado, luz violeta. Todas juntas, con farolillos, linternas, velas, móviles… salgamos y dejemos que el feminismo lo inunde las calles, que nos vean, que sepan que no tenemos miedo”.