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Cuatro diputadas de la izquierda rechazan votar al mayor empresario de la construcción de la Vega Baja en el consejo social de la Universidad de Alicante

Las Corts Valencianes han nombrado este miércoles a una de las mayores fortunas de la Comunitat Valenciana vocal del consejo social de la Universidad de Alicante. Los grupos parlamentarios del PSPV, Compromís y Unides Podem han propuesto y votado a Pablo Serna Lorente, responsable de TM Grupo Inmobiliario, el emporio de la construcción en la Costa Blanca, como vocal en el órgano. 

Todos los diputados que conforman la mayoría progresista, salvo cuatro, dos de ellos las parlamentarias de Esquerra Unida y otras dos de Podem, que consideran la decisión de nombrar a un constructor poco coherente con las políticas medioambientales que pretenden impulsar. “No encontramos coherente promover un cambio de paradigma urbanístico y caminar hacia la sostenibilidad y la preservación del territorio, y al mismo tiempo apoyar a una figura empresarial que basa su fortuna en la sobreexplotación de los recursos y los abusos urbanísticos”, critica la portavoz de Esquerra Unida, Estefanía Blanes.

Serna heredó junto a sus cuatro hermanos el negocio familiar en 2012 y en 2020 figura entre las 200 personas más ricas de España, la número 11 de la Comunitat Valenciana. Su compañía, nacida en Orihuela y con sede en Torrevieja acaba de cumplir 50 años y reunió para celebrarlo al sector turístico, a los rectores de las universidades alicantinas, al presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y al president de la Generalitat, Ximo Puig.

Su fortuna familiar creció en el desarrollismo franquista, durante el boom inmobiliario de la Costa Blanca. La Comunitat Valenciana era entonces “el Levante feliz” a ojos del franquismo y las élites madrileñas; un sector al que echó el ojo la familia. Pronto se centraron en urbanizar la costa, con grandes obras en Benidorm, Torrevieja, otras localidades de La Vega Baja, Santa Pola, Elche, Marbella, y en aprovechar el potencial de la segunda residencia. El programa “¡Un, dos, tres!” de Televisión Española consiguió que decenas de personas disfrutaran de los apartamentos en Torrevieja y popularizaran la zona como espacio turístico. Desde entonces, la constructora ha ido comprando terrenos para edificar y ni la crisis ha hecho que se resienta el negocio de una de las familias más ricas del país.

En enero de 2018, el TM Grupo Inmobiliario adquirió 165.000 metros cuadrados en Benidorm para construir 1.200 viviendas; una inversión millonaria abordada con fondos propios. La compañía cerró el año con una facturación de 190 millones de euros, de los que un 25% corresponde al negocio de México. Actualmente, la empresa es propietaria del único suelo sin urbanizar de Torrevieja.

Con las inundaciones como consecuencia de la DANA en la Vega Baja, una de las zonas más afectadas, la empresa anunció la cesión temporal de viviendas para las familias afectadas.

Pese a que el Parlamento valenciano ha nombrado a otros empresarios en los consejos de las universidades públicas, Esquerra Unida considera especialmente sangrante este caso por lo que ha supuesto el modelo urbanístico para la costa. “Nos negamos a aprobar el reconocimiento implícito que supone apoyar el acceso de un empresario que es en gran parte responsable de la devastación urbanística de Torrevieja y gran parte de la Vega Baja”, señalan desde el grupo.