El paro entre los periodistas valencianos ha aumentado un 23% a consecuencia de la crisis sanitaria de la pandemia de la COVID-19, según el informe La crisis de la comunicación en la Comunitat Valenciana, elaborado por Natalia Ponce, que obtuvo la beca Emili Gisbert que otorga la Unió de Periodistes. Y, a pesar del paro y de la precariedad, un 65,3% de los encuestados contesta que no cambiaría de profesión.
La encuesta constata que, entre diciembre del 2019 y del 2020, ha habido un aumento del 23% de parados en el sector (un 60% de las encuestadas que responden estar en paro son mujeres). Una cifra de desempleo, señala el informe, “vinculada a la crisis sanitaria de la COVID-19”.
Los despidos y ERTE en los medios valencianos han obligado a un 26% de los afectados a iniciar un proyecto como autónomos o emprendedores. Así, un 31,8% han reorientado su actividad hacia la comunicación institucional, un 18,2% a la docencia y un 13,6% a la fotografía en general. Además, un 57,1% de los encuestados considera que no cuenta con estabilidad laboral.
En el caso de los profesionales más jóvenes, un 88,2% de los que han acabado sus estudios después del 2017 han podido obtener un trabajo en el sector, aunque sólo un 20,8% con un contrato indefinido.
Además, un 60% de los profesionales freelance han sufrido una caída de casi la mitad de sus ingresos mensuales. Casi el 38% de los encuestados declararon que sus condiciones laborales y económicas empeoraron con la crisis sanitaria.
Los fotoperiodistas también han sufrido singularmente las consecuencias de la pandemia. “Es uno de los colectivos que más duramente se ha visto golpeado”, reza el informe, que recuerda que muchos profesionales, especialmente freelance, han visto reducidos notablemente sus ingresos al no poder acceder a eventos informativos tanto durante el confinamiento (en residencias de mayores, hospitales y cementerios), como después a consecuencia de las restricciones en el acceso a campos de fútbol o a las Corts Valencianes, entre otros espacios. Además, “continúan sin pagarse los derechos de reproducción o archivo, algo que los profesionales consideran un abuso”, agrega el informe de la Unió de Periodistes.
El “frágil estado” del periodismo valenciano
La encuesta también refleja un aumento del 18% de los informadores que se han tenido que dar de alta como autónomos para trabajar como freelance en medios, gabinetes de prensa, agencias, empresas o en la gestión de redes sociales.
El informe recoge el “frágil estado” del periodismo valenciano debido a los “efectos de la digitalización y del fin del modelo tradicional, junto con la crisis derivada de la COVID-19”. Un 78,1% de los encuestados ha ampliado su formación en los ámbitos de las redes sociales, las nuevas tecnologías y los contenidos multimedia.
“La nueva realidad del oficio está marcada por la inmediatez, la adaptación digital y la capacidad de producción y conexión con un público que dispone cada vez de mayor cantidad de información”, sostiene el informe, que concluye: “Uno de los éxitos radica en ser capaces de convertirse de nuevo en una fuente de referencia para la sociedad, mediante la calidad y una información de valor que ayude a recuperar la confianza en los medios de comunicación”.