Roberto Jaramillo, Berto para los amigos, es un estudiante de ingeniería camino de la treintena. Un perfil clásico en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia, con una peculiaridad: Aspira a liderar Podemos en Valencia ciudad. Lidera la candidatura presentada como Sí que Podem, que se batirá en las primarias que constituirán el partido a Claro que Podemos, la lista apoyada por Pablo Iglesias. Jaramillo explica el proyecto de Sí que Podem para Valencia.
¿Qué diferencias hay entre Sí que Podem y Claro que Podemos?
Ambas comparten en buena medida el documento organizativo, y, salvo el tema de Guanyem, prácticamente también el político.La diferencia entre ambas es doble: Por el método de confección de las listas. “Si que Podem” opta por el método definitorio de Podemos, las listas abiertas, para la confección de su candidatura. Para ello abrió la posibilidad de presentarse tanto a los puestos de Secretario General como de Consejo Ciudadano a cualquier miembro de Podemos, y se realizó una votación por Agora Voting a la que se inscribieron mas de 300 personas. Mientras, “Claro que Podemos” ha decidido hacer su lista por designación directa del Secretario General.
En cuanto a Guanyem, “Claro que Podemos” opta abiertamente por esa opción, mientras “Si que Podem” quiere que sea la Asamblea ciudadana –totalidad de inscritos en Podemos en nuestra ciudad- la que tome la decisión en enero.
Su documento político es muy crítico con el PP. ¿Algo que salvar de los 23 años de gobierno del PP?
No se me ocurre nada que pueda ser salvado. Me gustaría decir que los grandes eventos nos han promocionado en el mundo, pero la Copa América tuvo una repercusión mínima para su coste, la Formula Uno acabó regalando entradas para cubrir las gradas, la visita del papa no sirvió más que para enriquecer a la Gurtel. Las obras faraónicas se han llevado todo el presupuesto, y han endeudado la ciudad sin aportar ingresos conocidos… Por el contrario, somos imagen en el mundo por el nivel de corrupción de nuestros políticos. ¿Qué podemos salvar?
¿Puede concretar cómo se profundizará la democracia en la gestión municipal?
No entendemos una política municipal donde las decisiones se tomen de espaldas a la ciudadanía. Se trata de recuperar el concepto de democracia en su más genuino significado. Para ello planteamos la importancia de los Círculos de Barrio y sectoriales. Los Círculos no son otra cosa que ciudadanos que se reúnen para tratar de su problemática común. Deben colaborar en este sentido con el asociacionismo existente, fundamentalmente con las asociaciones de vecinos.
Es a través de las Juntas Municipales, a las que hay que volver a dotar del sentido que originalmente tuvieron, como los vecinos pueden encauzar su problemática, y sus propuestas concretas.
Las decisiones de Podemos estarían siempre guiadas por este trabajo previo desde el conocimiento de la problemática real. En los asuntos que trasciendan al barrio o distrito, la Asamblea Ciudadana sería, en última instancia, el máximo órgano decisorio.
¿Tiene algún plan Si que Podem para el Cabanyal?
En Podemos los Círculos son el instrumento clave para el empoderamiento ciudadano en los barrios. En este sentido, el Círculo de Poblats Marítims acordó rechazar la prolongación de Blasco Ibañez y se pronunció también contra “la destrucción de un bien declarado de interés cultural. El plan para el Cabanyal pasa, por tanto, por la rehabilitación del barrio, con la participación de vecinos y comerciantes, y no por su destrucción.
¿Cómo se recupera el “tejido productivo de la ciudad” tal como propone su documento político?
Se debe realizar un análisis sectorial y consultar a los técnicos municipales para que aporte toda su experiencia. Pero la ciudad posee un amplio potencial en todos los sectores de producción. En el primario tenemos una huerta muy rica en variedad y calidad de producto, con una buena I+D+I se podría obtener una revitalización de ella consiguiendo ser competitivos en ese mercado de producto de calidad y ecológico, debido a la estructura minifundista que con sencillas asociaciones obtendría grandes resultados. En el secundario existen espacios industriales tanto en la propia ciudad como alrededor de ella. Estos deberían ser potenciados de manera coherente recuperando tejido productivo local, agrupando sectores de manera transversal para realizar conexiones que puedan beneficiar a las empresas entre si. El terciario, es el sector más potente de una ciudad como la nuestra, tenemos todos los condicionantes geográficos para desarrollar unos servicios de calidad y con un potencial humano enorme. Debemos desarrollar el turismo cultural más allá de la Ciudad de las Ciencias, el sol y la playa. Vivimos en una ciudad con una oferta gastronómica impresionante y con un patrimonio cultural material e inmaterial que puede ser potenciado y desarrollado muchísimo más de lo que se desarrolla en la actualidad.
¿Plantean ustedes algún tipo de restricción al uso de coches en Valencia?
Valencia es una ciudad ideal para su uso peatonal, por trazado y clima. La rehabilitación del centro histórico, la peatonalización de muchas zonas, la implantación de un carril bici que cubra todo el trazado urbano, un transporte público eficaz y ecológico, nos puede convertir en modelo de ciudad sostenible, hacerla más habitable, y convertirnos en atracción turística para millones de visitantes, por un coste infinitamente inferior del que han costado los grandes monumentos por los que se ha apostado hasta ahora.
Denuncian el “despilfarro actual y alto grado de endeudamiento del Ayuntamiento”. ¿Se puede invertir desde una administración en tan mal estado para ejecutar su programa?
El primer plan debe ser una auditoría de las cuentas, que permitan delimitar cual es su estado real después de 24 años de expolio.
Somos conscientes de cuál puede ser la situación real, no conocida hasta que esta auditoría se lleve a cabo. Sin embargo, pensamos que un uso racional de los ingresos, una racionalización de los gastos y priorización de las inversiones, nos va a llevar a poder gestionar en poco tiempo suficientes recursos como para mejorar la vida de la mayoría de los ciudadanos.