Ruzafa se rebela contra el exceso de ruido y amenaza con ir a los tribunales
“Hay vecinos de toda la vida que están abandonando el barrio en contra de su voluntad por hartazgo, porque no pueden descansar; todo el espacio público ha sido tomado por terrazas, botellón y todo tipo de actividades como charangas o despedidas de soltero que generan un exceso de ruido”.
Así de contrariado se ha mostrado un portavoz de la recientemente constituida asociación de vecinos Russafa Descansa, quien ha denunciado la indefensión que sufren los residentes ante la saturación acústica que vive el barrio.
Desde la entidad han denunciado que la proliferación de actividades hosteleras, la saturación de terrazas, la creciente presencia de apartamentos turísticos ilegales y en defenitiva la continua festivización del barrio son el origen de un malestar creciente y de un grave deterioro de la calidad de vida.
En este sentido, han criticado la pasividad y permisividad de los actuales responsables municipales en el Ayuntamiento de Valencia para hacer cumplir las ordenanzas municipales: “Ni tan siquiera se está cumpliendo actualmente la limitación en la apertura de nuevos locales hosteleros aprobada para Ruzafa en diciembre de 2014 y el plan de choque de terrazas que priorizaba Ruzafa que empezó en octubre de 2015”.
Ante esta situación, han advertido que de mantenerse “la cada vez más evidente dejación de funciones e inactividad por parte del actual gobierno municipal en sus responsabilidades administrativas, este colectivo constituido en asociación no descarta recurrir a los tribunales”.
Al respecto, han recordado que ya hay varias sentencias condenatorias contra alcaldes y ayuntamientos por hacer dejación de funciones y no tomar medidas contundentes contra el ruido.
En Valencia, sin ir más lejos, los tribunales han obligado al Consistorio a declarar Zona Acústicamente Saturada las zonas de plaza Xúquer, Juan Llorens, Menéndez Pelayo (zona Woody), calle Ribera y El Carmen.
Por último, este grupo vecinal ha explicado que va a proseguir con la campaña de pancartas iniciada hace dos semanas, en las que puede leerse: “Aquí vive gente. Respetad nuestro descanso. Ya basta de abusos”.
