Podemos ha expulsado del partido a Covadonga Peremarch, la diputada autonómica sancionada con un año de suspensión de militancia y otro de inhabilitación por inflar el censo o concertar acciones de desprestigio contra otros candidatos a las primarias del partido en Alicante.
La diputada ya fue expulsada del grupo de Podemos en el parlamento valenciano tras negarse, en contra de lo que pidieron unánimemente sus 12 compañeros, a dejar el acta. Desde entonces está integrada en el grupo de no adscritos, el bloque de diputados -este es el primer y único caso de la legislatura en las Corts Valencianes- sin vinculación con partido alguno. Su actividad en el hemiciclo es casi nula.
El expediente de expulsión abierto por el partido en la Comunidad Valenciana culminó en abril, cuando la Comisión de Garantías Democráticas decretó su salida del partido. Ésta ya ha sido comunicada al presidente de las Corts Valencianes, aunque, a efectos prácticos, la situación actual no cambiará mucho.
Peremarch se niega a dejar su escaño. En su momento, incluso clamó por su inocencia -“no hay nada legal ni jurídico” en su contra, dijo- y justificó que se aferrara al acta: “Sigo defendiendo lo mismo por lo que me presenté a diputada”. Lo bien cierto, sin embargo, es que tiene fuertemente limitada su participación en los plenos o las comisiones en aplicación del reglamento de las Corts, que establece que los diputados no adscritos “gozarán únicamente de los derechos reconocidos reglamentariamente a los diputados indivualmente considerados”.
Podemos nombró una gestora en Alicante tras la expulsión de Peremarch y el resto de su cúpula. La dirección provisional también ha tenido que lidiar con la crisis generada por la única edil de Podemos en la ciudad, Nerea Belmonte, expulsada de Guanyar Alacant, una plataforma ciudadana que forma parte del gobierno de la ciudad.